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noviembre 22, 2024

Mascotas

Tips para identificar depresión en tu mascota

Los animales de compañía no sufren de depresión igual que los humanos. En las mascotas, podemos sospechar que están deprimidas cuando observamos cambios de conducta no específicos, que persisten más de una o dos semanas y que no se relacionan con algún problema médico.

Estos cambios pueden incluir una disminución en su actividad normal, como no disfrutar del paseo diario o no querer jugar, cambios en sus rutinas de sueño, en el apetito o en su interacción con los demás miembros de la familia.

Casi siempre hay un factor que desencadena la depresión, como la pérdida de un ser querido o un cambio de hogar o el abandono. Hasta los eventos que pueden parecernos normales, desde nuestra perspectiva humana, como la llegada de un bebé o el cambio de casa pueden producir cambios en nuestra mascota. Desde luego, hay un período de ajuste, que es normal.

Si tu mascota muestra cambios de conducta y sospechas que está deprimida, debes llevarla, antes que nada, a ser evaluada por tu Médico Veterinario.

Si tu veterinario examina a tu mejor amigo y no encuentra nada, seguramente sugerirá unos análisis y radiografías, todo para descartar alguna enfermedad.

Recuerda: El diagnóstico de la depresión se realiza cuando no hay otra causa asociada al estado de tu mascota.

¿Qué puedes hacer para ayudar a tu mejor amigo?

Si tu médico veterinario ya ha diagnosticado la depresión, hay algunas cosas que puedes hacer en casa, para facilitar la recuperación de tu mascota. Por ejemplo, dale más estructura a su vida, manteniendo un horario de actividades predecibles y que disfrute. Si sabe que esperar durante su día, será más fácil que se concentre en algo positivo y se sentirá menos ansioso.

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Trata de estimular a tu mascota para que participe en alguna actividad que antes disfrutaba. No te des por vencido e insiste un poco más. Por ejemplo, lleva a tu perro de paseo a un sitio nuevo, o bien ofrécele a tu gato un juguete con un olor (menta, romero o catnip) o sonido nuevo. Tócalo y háblale.

La “terapia ocupacional” para tu mascota puede incluir sesiones de entrenamiento, para que practique lo que ya sabe o aprenda trucos nuevos. Puedes utilizar premios nuevos, con sabor y olor distinto, para estimular su interés. Existen opciones naturales, que ayudan a reducir la ansiedad e incrementan el bienestar de los animales, por ejemplo, las feromonas. Existen presentaciones para perro y para gato y funcionan muy bien en algunos individuos.

Evita, sobre todo, situaciones de estrés o ansiedad.

En algunos casos, tal como ocurre con las personas, tu mascota puede requerir de tratamiento farmacológico. Tu Médico Veterinario es el único capacitado para prescribir un medicamento, no lo olvides.

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