Los gusanos con ganchos son parásitos peligrosos porque se fijan por medio de sus ganchos a la pared interna del intestino del animal produciendo lesiones y además succionan sangre.
De manera parecida, como en el caso de las lombrices intestinales, los cachorritos y gatitos tienen un alto riesgo de infestación con estos parásitos y como resultado pueden ser afectados por enfermedades severas.
Cuando no se administra el tratamiento adecuado, las infestaciones por gusanos con gancho puede provocar pérdida de sangre, debilidad, desnutrición, que puede poner en riesgo la vida de la mascota.
Tanto la parasitosis por lombrices intestinales como las causadas por gusanos con ganchos son consideradas como zoonosis, y las infestaciones normalmente ocurren al ingerir la larva accidentalmente o por la penetración de la larva a través de la piel.
Las larvas producen una severa comezón y hacen túneles, produciendo áreas rojas cuando estas migran a través de la piel y si accidentalmente son ingeridas, puede causar problemas intestinales.
¿CÓMO PREVENIR/TRATAR INFESTACIONES?
Las mascotas sanas no suelen mostrar signos clínicos aparentes de una infestación con gusanos intestinales. Sin embargo, si usted nota un cambio en el apetito de su mascota o pérdida de brillo en el pelaje, diarrea, o tos excesiva, consulte a su Médico Veterinario.
En la mayoría de los casos, un examen de heces simple puede descubrir la presencia de huevos del gusano o adultos y, si están presentes, su Médico Veterinario recomendará un programa de desparasitación preventiva.
Una manera apropiada de prevenir las infestaciones con gusanos intestinales, es administrando mensualmente un antihelmíntico de amplio espectro, que también afecte a los parásitos del corazón el cual siempre esté disponible con su Médico Veterinario.
Las perras y gatas lactantes y sus camadas también son fuentes principales para la transmisión de huevos y larvas infestantes.
Las infestaciones por gusanos en los seres humanos pueden ser prevenidas fácilmente practicando buena higiene y sanidad adecuada.
Se debe evitar que los niños ingieran tierra y también que jueguen en áreas en las que se puedan contaminar con excremento. Los areneros deben cubrirse cuando no están en uso. Los adultos y niños siempre deben lavarse sus manos después de tocar tierra y después del contacto con las mascotas.
Deben ponerse los zapatos cuando salgan fuera para proteger los pies de las larvas que se encuentran en el medio ambiente.
