En esta ocasión me gustaría comentar un tema de gran importancia: la seguridad en la interacción con nuestros amigos peludos. Aun cuando nos gusta pensar que el mejor amigo del hombre es el perro, y la mayoría de las veces así es, también hay ocasiones en que un perro o un gato han atacado a humanos de todos tamaños y edades, dejando consecuencias muy serias, hasta mortales.
Las mordidas de los perros pueden prevenirse, aun cuando se trate de animales callejeros o desconocidos. Solo se requiere paciencia y conocimiento, que trataré de compartir con ustedes hoy.
– Aprende el lenguaje corporal del perro. Un perro agresivo presentará la cola hacia arriba y erizada. Las orejas pueden inclinarse hacia adelante o ligeramente laterales, la nariz estará fruncida y te mostrará los dientes. Si un perro está nervioso, tiene miedo o está bajo estrés, también puede ser peligroso, pues morderá por miedo. Si el perro se agacha, con los talones elevados, las orejas hacia atrás y tiene las pupilas dilatadas, ¡No te acerques!
– Mantente inmóvil como un árbol. No te pares frente al perro, ya que pueden tomarlo como un reto o un despliegue de dominancia por tu parte. Mantén tu cuerpo en un ángulo, pero no desvíes la mirada, para poder observar sus movimientos.
– Di “No” en un tono firme y fuerte o usa otra frase como “Vete”. No grites, para que no le provoques un ataque de pánico y te agreda. Si el perro se detiene, puedes comenzar a alejarte lentamente, caminando hacia atrás.
– NUNCA NUNCA NUNCA Dejes a un niño solo con un perro y prepárate para detener cualquier agresión.
Si te ataca un perro
Pon algo entre tú y el perro. Tu bolso, la del súper, una chamarra o lo que sea que pueda servirte de protección.
Si te tira al piso, hazte bolita, metiendo tu cabeza entre los brazos, cubriendo tus orejas y cuello. Los perros muerden las partes vulnerables, así que protégelas.