Introduce el líquido limpiador de oídos en el interior de su oreja y suavemente con una gasa realiza pequeños movimientos circulares, con el fin de que se quede pegada la mayor cantidad posible de cera en la gasa.
Saca el dedo con la gasa y examínalo, si la gasa ha salido con restos de cera o suciedad, tomaremos una gasa limpia y repetiremos la limpieza en ese oído, tantas veces como sea necesario hasta que la gasa salga limpia.
Cuando saquemos el dedo con la gasa y esté limpia, cogeremos una gasa nueva (nunca utilizar la misma) y realizaremos la misma tarea en la otra oreja.
Nunca usar una misma gasa en los dos oídos, porque si uno de ellos está comenzando a tener una pequeña infección, probablemente contagiaremos al otro.
Las gasas son muy económicas y pueden comprarse en cajas de varios tamaños en cualquier farmacia. Si no se dispone de gasas, se puede usar papel de baño limpio y que no sea áspero.
Nunca jamás utilices bastoncillos para los oídos como los que usamos los humanos, ya que si el perro se mueve o no calculamos bien con nuestra mano podríamos ocasionarle daños irreparables como la sordera. Tampoco debemos utilizar algodón ni nada que deje fibras.
Si al limpiar las orejas de nuestro perro vemos que sale excesiva suciedad o con mucha más frecuencia de lo habitual, es posible que nuestro perro tenga una infección por hongos, bacterias o ambas.
Otro síntoma de una infección en las orejas de nuestro perro, es un olor poco agradable (malo) en el interior de sus oídos. Si al acercar nuestra nariz apreciamos un olor fuerte y/o desagradable, probablemente exista una infección.
Un rascado excesivo por parte de nuestro perro o un agitado excesivo de sus orejas, pueden ser también pistas de una posible infección.
Si detectamos alguno de estos síntomas debemos acudir a un veterinario para que evalúe el tipo de infección y nos proporcione un tratamiento adecuado.
Existen muchos tipos de infecciones diferentes, por lo que la medicación no tiene por qué ser siempre la misma. Por otro lado, no existe remedio casero que sirva para tratar este tipo de infecciones, debemos acudir a un veterinario sí o sí.
Debemos limpiar siempre las orejas de nuestro perro con una gasa seca, solo debemos utilizar líquidos limpiadores de orejas para perros, si nuestro veterinario así nos los indica.
Si observas alguna garrapata o parásito en tu perro, debes tomar las medidas oportunas para eliminarla.