Una dieta de buena calidad y bien balanceada es fundamental para la buena salud de tu mascota. Al ofrecerle una dieta adecuada, estarás, además, previniendo enfermedades relacionadas con la alimentación:
1. Obesidad.
La obesidad se ha convertido ya en una epidemia en los perros y gatos en muchos países. Los animales obesos tienden a padecer otras enfermedades como artritis, diabetes, hipertensión y cáncer. La obesidad le roba calidad y cantidad de vida a tu mejor amigo, como lo he comentado ya en otras ocasiones. Por eso insisto, es muy importante vigilar el contenido de calorías y grasa en el alimento de tu mascota. Para saber si necesita perder unos kilitos, consulta a tu veterinario. Créeme, todos vemos a nuestros perros y gatos más esbeltos de lo que realmente son (ojos de amor…).
2. Pancreatitis.
Es una inflamación del páncreas, ocasionando que las enzimas digestivas que produce salgan hacia el abdomen, en lugar de vaciarse hacia el intestino, en donde ayudan a digerir los alimentos. Cuando esto ocurre, esas enzimas comienzan a digerir las grasas y las proteínas de otros órganos, incluido el mismo páncreas. Esta es una condición peligrosa, que pone en riesgo la vida de tu mascota. En los perros, se sabe que los alimentos altos en grasa pueden desencadenar una pancreatitis. Consulta con tu veterinario si el contenido de grasa en la dieta de tu perro o de tu gato es la adecuada. Si tu perro ya padece esta enfermedad, seguramente te recomendará una dieta blanda y baja en grasa.
3. Cálculos urinarios.
No todas las piedras urinarias son iguales ni tienen el mismo origen. Pueden contener diferentes minerales y otras sustancias. Consulta a tu veterinario si tu mascota tiene dificultades o dolor al orinar, si ha cambiado el color o si notas pequeñas piedras o arenillas en su orina. Él puede identificar qué tipo de cálculos afectan a tu mascota, y recomendarte, según el caso, una dieta para disolver o prevenir los cálculos y cirugía para extraer aquellos que no se eliminarán con una dieta. De cualquier forma, no le des suplementos que no estén prescritos por tu veterinario.
4. Enfermedades cardíacas.
Con frecuencia, los perros y los gatos presentan problemas cardíacos, igual que las personas, sobre todo si la dieta no está debidamente balanceada. Un factor muy importante es el contenido de sal en la dieta, ya que produce un aumento en la presión sanguínea que daña al corazón. Le das a tu mascota “comida de humanos”? Le ofreces un alimento alto en sal? Si no estás seguro, consulta con tu veterinario.
5. Diarrea.
Es frecuente que los perros y los gatos tengan evacuaciones diarréicas relacionadas con la dieta. Dependiendo del tipo de diarrea, ya sea del intestino delgado o del intestino grueso, puede estar una dieta baja en fibra o una alta en fibra, dieta blanda, baja en grasa o de fácil digestión. Pregunta a tu veterinario porque el contenido de grasa, de minerales, fibra y de otros nutrientes pueden afectar la salud de tu mascota.