Todos los perros son curiosos por naturaleza, les encanta explorar todo a su alrededor, sobre todo a los más cachorros. La intoxicación o envenenamiento puede ser un problema serio y llegar a ser fatal.
Una intoxicación puede suceder por diferentes vías:
– Oral. Por ingesta de productos químicos, alimentos, plantas, medicamentos o insectos venenosos.
– Mucosa. Por inhalación de polvo, polen, contaminación o productos químicos en aerosol.
– Dermis. Por absorción de cremas o medicamentos aplicados directamente sobre la piel, veneno de algún insecto o el polvo de lugares sucios.
Como dueños debemos saber detectar a tiempo si nuestra mascota ha ingerido algo tóxico o peligroso; hay que conocerlo muy bien y observarlo todos los días para que podamos percibir cambios físicos o de comportamiento.
Síntomas
Hocico irritado
Ronchas en la piel
Letargo
Vómito
Diarrea
Falta de apetito
Salivación excesiva
Intolerancia a la luz o sonido muy fuertes
Dificultad para respirar
Rigidez en los músculos
Inflamación de la cara
Inflamación de las mucosas
Sangre en la orina
Si en algún momento notas que presenta alguno de estos síntomas, debes llevarlo de inmediato al veterinario.
No esperes a que empeore la situación o a ver si se le pasa, ni mucho menos lo automediques, ya que una sustancia adicional puede empeorar la situación.
Si identificas la fuente de la intoxicación, llévala contigo para que le sea más fácil al veterinario tratar el problema. Por ejemplo, si ingirió alguna sustancia, será muy útil llevar la etiqueta o el envase donde se puedan leer los ingredientes de dicha sustancia.
Al llegar con el veterinario deberás saber responder ciertas preguntas, cómo:
¿Qué pudo haber comido?
¿Cuál es su rutina diaria?
¿Cómo y cuándo comenzó el malestar?
¿Está expuesto a insectos la mayor parte del tiempo?
¿Cambió el alimento?
¿Acostumbra morder plantas?
Consejos
En casa necesitas tomar precauciones. Recuerda que los objetos brillantes o de formas divertidas suelen llamar la atención de los perros.
Aleja de su alcance todos los químicos de limpieza y taller, así como medicamentos, fertilizantes y objetos peligrosos como clavos, tornillos, etc.
Recuerda que también es importante mantener siempre cerrada la puerta del baño y la cocina.
