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noviembre 22, 2024

Mascotas

Atención, los perros también se ahogan!

Aunque los perros en general son buenos nadadores, ¡no te confíes! Se pueden ahogar. Las causas son diversas: pueden sufrir un ataque de pánico en una corriente fuerte de agua, o cansarse o pueden no tener la condición física necesaria para llegar a la orilla. Es común que los perros que nadan en el mar y no están acostumbrados, se alejen de la playa y después no puedan regresar.

Antes de correr, o mejor dicho nadar a su rescate, primero cuida de tu propia seguridad. No te arriesgues.

Intenta primero usar un gancho largo y jalarlo hacia ti por el collar. Entra al agua únicamente si no tienes otra alternativa. Y lleva contigo una tabla o algún flotador para que el perro lo use o se monte en él, que sea capaz de aguantar su peso y no se hunda. En su desesperación, el perro intentará usarte de tabla salvavidas y puede rasguñarte o hundirte.

Recuerda que la conformación de algunos perros les dificulta más flotar y nadar. Imagina lo difícil que debe ser para un bulldog o un pug mantenerse a flote. Y para un perrito de raza pequeña, con el pelo largo, como un shitzu, el peso del pelo largo mojado puede ser una carga imposible de soportar. Un perrito pequeño como un chihuahua o un cachorro puede enfriarse rápidamente, aún cuando tu no creas que el agua está muy fría.

Primeros auxilios

1. Si el perro está aún consciente, llévalo a tierra y mantenlo tibio.

2. Si el perro está inconsciente:

– Manténlo con la cabeza baja y la cola hacia el cielo por unos 10 a 20 segundos, agítalo suavemente para promover que salga el agua de los pulmones.
– Acuéstalo sobre su costado, con la cabeza por debajo del nivel de los pulmones.
– Con cuidado, abre su hocico y extrae cualquier material extraño. Jala la lengua.
– Revisa si tiene pulso o latido cardíaco. Si no, inicia RCP (Resucitación cardiopulmonar).
– Si hay pulso, pero el perro no respira, inicia la respiración artificial.

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Cuidados veterinarios

Cualquier caso de casi ahogamiento es peligroso y puede tener consecuencias graves, incluso mortales, aún horas después del incidente. Siempre llévalo al veterinario para que lo examine. Lo más seguro es que le administre oxígeno y diuréticos y lo mantengan bajo observación.

Prevención

– Siempre vigila a tu perro cuando esté cerca del agua, igual que lo harías con un niño pequeño.
– Permítele nadar y jugar, pero siempre bajo vigilancia estrecha, especialmente en lagos, las lagunas y el mar.
– Si acostumbras a llevarlo contigo de paseo en lancha, lo mejor que puedes hacer es comprarle un chaleco salvavidas. Y acostumbrarlo a nadar con él.
– Si tienes una alberca en casa, asegúrate de que tu perro salga siempre solo bajo supervisión. También ayudan las plataformas flotantes dentro de la alberca, a las que el perro puede subir, pero no garantizan su seguridad.

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