Recuerda que tú eres el guardián de tu perro y es tu tarea mantenerlo sano y salvo. Si sospechas que tu perro se ha tragado algo o que puede estar de algún modo lastimado, llévalo de inmediato con tu médico veterinario, más vale prevenir que lamentar.
Te presento los cinco artículos para tu perro que debes desechar ¡ya!:
1. Correas retráctiles. ¡No son una buena idea! Estas correas han sido la causa de muchos accidentes. Confunden a tu perro, pues al ser retráctiles nunca entenderá a qué distancia de ti debe caminar. Además, son muy delgadas en la porción que va unida al collar, lo que puede ocasionar que se enrede en tu mascota o en las personas cercanas.
2. Platos de plástico. El plástico sin duda es barato, pero es casi imposible de limpiar o desinfectar. Se rayan fácilmente y en las hendiduras se acumulan bacterias y hongos, lo que puede desencadenar problemas de piel en tu perro. Si tu perro es de los que disfruta mordiendo objetos, puede hacerlos pedacitos y tragarlos. Te sugiero usar mejor platos de acero inoxidable.
3. Collares apestosos u holgados. Si eres un dueño responsable, seguramente tu perro usa collar todo el tiempo. Asegúrate de cambiar el collar regularmente y de revisar si mantiene la seguridad que tenía cuando nuevo. Si vives en un clima húmedo, los collares de piel o con piezas metálicas, no son los adecuados. Revisa que no tallen la piel del cuello y que no se enreden con el pelo. Lávalos con regularidad y cámbialos cuando ya no sean útiles.
4. El equipo para cortar uñas que compraste por internet. La mayoría de los perros odian el pedicure, casi siempre, porque han tenido una mala experiencia durante el corte de uñas.
Los dedos de tu perro son muy sensibles y las uñas deben recortarse con un instrumento filoso y preciso, para evitar que se despostillen. Si no eres un experto cortando las uñas de tu perro, será mejor que lo lleves a una clínica veterinaria o a una estética.
5. Juguetes rotos o masticados. Los juguetes deben estar enteros y sin piezas sueltas. Recuerda que es muy fácil para tu perro desprender un pedazo y tragarlo. Generalmente, los juguetes no son digestibles y no están diseñados para que tu perro los ingiera. Pueden entramparse en el tracto gastrointestinal y producir una obstrucción, lo que pone en riesgo la vida de tu perro. Revísalos con frecuencia y tira a la basura los que se vean desgastados y rotos.
Si tienes dudas sobre algún producto para tu mascota, ¡recuerda que los veterinarios estamos aquí para ayudar!
