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diciembre 22, 2024

Vivir Bien

Los niveles bajos de Vitamina D podrían aumentar el riesgo de padecer Alzheimer

Alzheimer

Agencias
CIUDAD DE MÉXICO

Las personas mayores con muy poca vitamina D en la sangre podrían tener el doble de riesgo de contraer enfermedad de Alzheimer que las personas mayores con niveles suficientes de la “vitamina de la luz solar”, halla un estudio reciente.

La investigación, basada en más de 1,600 adultos mayores de 65 años, halló que el riesgo de Alzheimer y otras formas de demencia aumentaba junto con la gravedad de la deficiencia de vitamina D.

Pero los hallazgos no son una razón suficiente como para recomendar que los mayores tomen complementos de vitamina D para prevenir el declive mental. “Ahora se necesitan con urgencia ensayos clínicos en esta área”, apuntó al investigador del estudio, David Llewellyn, investigador principal en epidemiología clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, en Inglaterra.

Otro experto se mostró de acuerdo. “Esto muestra que hay un vínculo entre la vitamina D y el desarrollo del Alzheimer”, dijo Keith Fargo, director de programas y alcance científico de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer’s Association), una de las varias fuentes de financiación del estudio. “Lo que no muestra es que haya un vínculo [causal]”.

No se sabe si los cambios en la dieta o exponerse más al sol ayudaría, comentó Fargo. “No sabemos si aumentar los niveles de vitamina D reduciría el riesgo de Alzheimer”, añadió.

Se cree que el estudio, que aparece en la edición del 6 de agosto de la revista Neurology, es la mayor encuesta hasta la fecha en hallar una asociación entre los niveles bajos de vitamina D y la demencia.

La vitamina D es esencial para mantener la salud ósea. También se cree que modera el crecimiento celular y ayuda a controlar la función inmunitaria y la inflamación.

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La vitamina D se puede obtener de la comida, a través de la piel tras la exposición a la luz solar, y mediante complementos. La demencia describe un deterioro en la memoria y el pensamiento que interfiere con la vida diaria. El Alzheimer es la forma más común de demencia en la vejez, y afecta a unos 5 millones de estadounidenses, según la Asociación del Alzheimer.

Para este estudio, los investigadores observaron a hombres y mujeres mentalmente sanos que participaron en el Estudio de salud cardiovascular de EE. UU. entre 1992-93 y 1999. Se recolectaron muestras de sangre al inicio, y se evaluó si estatus mental unos seis años después.

Los niveles de vitamina D de los participantes reflejaban la que habían obtenido de los alimentos, los complementos y la exposición al sol. Las fuentes de la dieta incluyen el pescado graso como el salmón, el atún y la caballa, además de la leche, los huevos y el queso.

Durante el seguimiento, los que tenían unos niveles bajos de vitamina D tenían unas 1.7 veces más probabilidades de contraer demencia que los que tenían niveles normales. Los que tenían niveles gravemente bajos tenían unas 2.2 veces más probabilidades que los que tenían niveles normales de contraer demencia, halló el estudio.

Los resultados se hacen eco de algunos hallazgos de otros estudios más pequeños, apuntó Fargo. “Lo importante de este estudio es el gran número de participantes”, dijo. Los expertos no están de acuerdo en cuál es el mejor nivel de vitamina D en sangre. En este estudio, el riesgo de demencia y Alzheimer aumentó de forma significativa por debajo de un umbral de 50 nanomoles por litro (nmol/L), apuntaron los investigadores. No se sabe exactamente cómo la vitamina D baja podría vincularse con el Alzheimer.

Los expertos especulan que la vitamina podría limpiar las placas en el cerebro que están vinculadas con la demencia. Eso se ha demostrado en el laboratorio, apuntó Fargo. La deficiencia de vitamina D se ha vinculado también con la atrofia cerebral, según la información de respaldo del estudio.

Hasta que haya más investigación disponible, Fargo recomienda que las personas “intenten consumir una dieta saludable para el cerebro”, que es la misma que la dieta saludable para el corazón. Esto incluye alimentos bajos en grasa y colesterol.

Hacer actividad física regular y mantener la presión arterial bajo control son otras buenas medidas, enfatizó Fargo.

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