La cuarentena impuesta por la pandemia de Coronavirus modificó las vidas de gran parte de la población mundial. Por un lado, tenemos la alteración de las rutinas. Nuestros horarios, inevitablemente, se modificaron a causa de tener que estar en casa todo el día. Del mismo modo, al no salir tanto, disminuimos nuestra exposición solar y nuestros estiramientos.
La disponibilidad de alimentos no es un tema menor. Este tipo de restricciones afectaron a la economía, por ejemplo: a la oferta de frutas y verduras o a la escasez de ciertos productos de canasta básica. Sostener hábitos saludables durante el confinamiento se convierte en una tarea difícil, tanto si vivimos solos como si lo hacemos en grupo. Hay un componente de estrés que no es despreciable y que forma parte del miedo a enfermar.
MANTÉN LA COMUNICACIÓN
Las relaciones sociales son básicas para el ser humano. Es necesario sostener la comunicación con los demás, ya sea con la familia o amigos, y aprovechando los mecanismos tecnológicos.
PROTEGE TUS OJOS
El uso de pantallas se incrementa durante el confinamiento y afecta la salud visual, por eso debemos considerar diferentes medidas que protejan nuestra vista, como regular la intensidad del brillo o las horas frente a los dispositivos.
CUIDA TU PIEL
Al permanecer tanto tiempo bajo techo, nuestra piel no recibe la cantidad adecuada de luz solar. Lo que provoca la resequedad de la misma. Por eso es importante aprovechar el uso de cremas hidratantes para el cuerpo.
MANEJA EL ESTRÉS
La pandemia es una situación estresante en sí misma. Parte del manejo del estrés implica establecer una rutina que ayude a nuestro ritmo circadiano. Esta rutina no debe variar las horas de sueño, aunque los días se nos hagan distintos por el confinamiento.