Amigos vitales, hoy hablaremos sobre el tamaño de las porciones de alimentos. Es un tema que existe suficiente evidencia sobre el incremento de los envases de los alimentos sólidos y líquidos, lo que está íntimamente relacionado con la obesidad.
Hoy se sabe que nuestro organismo tiene mecanismos para poder soportar periodos de escasez de alimentos, es decir ayunos prolongados, pero no para el exceso de calorías, por lo que esta falta de mecanismos fisiológicos no hay manera de defenderse contra esta avalancha calórica.
A continuación les plantearé pautas para lograr consumir porciones más saludables:
1. Palomitas del cine. Pedir una grande y repartir en las bolsas de dulces del mismo cine, toda la caja, por ejemplo para los cuatro integrantes de la familia. Repartir ayuda a un consumo menor.
2. Bebidas a base de leche capuchino, late , café con leche solicitar al barista, el tamaño más pequeño y con leche baja en grasa.
3. Tener en casa platos de tamaño estándar y acordes a la porción saludable, de tal manera que no influya la percepción visual y parezca menor porción por platos demasiado grandes.
4. El típico sándwich se puede partir a la mitad, el cerebro interpreta mayor saciedad, percibiendo más porciones.
5. La preparación de huevo preferir tipo omelette, esto permite percibir visualmente una mayor porción, que si fuera revuelto, la percepción es de menor tamaño y el cerebro interpreta que no se llenara.
Como verán, la porción sí importa y la cantidad total del alimento finalmente es lo que propiciará salud o enfermedad.
