Cuando hablamos del estilo de vida, tenemos que considerar tres elementos fundamentales, la actividad física, alimentación y estado de ánimo.
Hoy día se conoce ampliamente la interacción entre estos elementos en el ser humano. Científicos de la Sociedad Española para el estudio de la Obesidad (SEEDO) aportan nuevas pistas sobre cómo prevenir la depresión a través de la alimentación.
Un estudio a cargo del doctor Martínez-González revela que la Dieta mediterránea no solo protege de las enfermedades cardiovasculares y de algunos tipos de cáncer, sino que además puede reducir el riesgo de depresión entre un 40 por ciento y un 50 por ciento, los alimentos claves en la prevención son: frutas, cereales, legumbres, frutos secos, pescado y verduras.
“Mientras que el consumo de ácidos grasos trans, la comida rápida y los productos de panadería industrial se asocian con un mayor riesgo depresión, el de ácidos grasos omega-3 (procedentes del pescado) y el del aceite de oliva, por ejemplo, muestra asociaciones inversas, influyendo en la estructura de las membranas de las células nerviosas y mejorando el funcionamiento de la serotonina, un neurotransmisor implicado en la depresión”.
De los diez mil voluntarios que participaron en esa investigación, en aquellos que más se ajustaron al modelo alimentario del sur de Europa la incidencia de depresión tras cuatro años de seguimiento resultó considerablemente menor que el resto, lo que sin duda redundó en su felicidad, ya que los cuadros depresivos son una de las principales causas de suicidio. La forma de vida del ser humano nos puede enfermar o nos puede dar salud, es el estilo de vida saludable la meta a alcanzar.