Como muchos productos en los anaqueles de cuidados corporales y faciales pasan desapercibidos porque desconocemos su uso o no sabemos exactamente para qué sirven, pasamos de largo a los envases de desenredantes capilares, ya que regularmente se cree que son de utilidad en las niñas, para evitar que se jale su cabello al cepillarlo, sin embargo, un desenredante puede hacer las veces de óleo nutritivo capilar a la par de evitar el quiebre y caída de tu cabello, especialmente cuando es delgado o frágil.
Ya sea por el abuso en estilizadores, tintes, resequedad del ambiente o simplemente porque por genética posees un cabello naturalmente frágil y quebradizo, es ideal que entre tus básicos diarios utilices uno al salir de la ducha o antes de cepillar tu cabello. Aun cuando tengas mucha prisa podrás protegerlo del quiebre o de abrir las puntas.
Si lo que deseas es dejar crecer tu cabello, pero hasta el momento su fragilidad no te lo ha permitido, significa que estás usando mal las herramientas de la cosmética capilar.
Aplica diariamente tu desenredante, ya sea con protección nutritiva de vitaminas y aceites hidratantes o con protección de calor.
Se puede usar de raíces a puntas, cepilla tu cabello y seca (evita recoger tu cabello estando húmedo), peina como acostumbras y no dejes de aplicarlo por lo menos por tres meses diariamente.
Receta para hacer desenredante
- 1 Taza de agua destilada
- 4 Gotas de glicerina
- 5 Gotas de aceite esencial de limón, mandarina o toronja
- 1 Cápsula de vitamina E (agrega solo el contenido)
- ½ Cucharadita de aceite de jojoba
Mezla todo en una botella con atomizador, elige una de preferencia oscura u opaca. Agita siempre antes de aplicar y conserva en un lugar oscuro y fresco. Tu mezcla durará poco más de un mes antes de necesitar ser reemplazada.