CIUDAD DE MÉXICO.- El pasado es parte de nuestra historia, aunque haya ocurrido aquel momento es posible que todavía estemos marcadas por él.
Cuando nos cargamos de situaciones pasadas, arrastramos al presente pensamientos y actitudes que nos dificultan avanzar.
Sentirse anclado causa estrés y finalmente se manifiesta en verdadero dolor físico en zonas claves del cuerpo.
Pasos:
1. Averigua qué es lo que te afecta. Pudo haber sido una discusión, alguna meta inconclusa o alguien que no pudimos ayudar o mantener en nuestra vida presente.
En ocasiones nos sentimos culpables por no haber cumplido con lo prometido de la forma que quisimos, no obstante, lo relevante es comprender que hay cosas, situaciones y personas que no podemos controlar y asumir eso nos quita un peso importante de los hombros. Solo podemos hacernos cargo de lo que sentimos y nuestra acción y reacción ante la vida.
2. Trabajar nuestro mundo interno. Una vez identificado lo que ocurrió que nos perturbó, debemos asumir con responsabilidad nuestras emociones. No hay problema si te produce tristeza, rabia o nostalgia, lo que debes aprender es que la emoción se origina por algún hecho. Tener esta consciencia emocional y saber trabajarla te permitirá más adelante superar los problemas con mayor facilidad y menos dolor.
3. Enfocarte en lo importante. Cuando nos empeñamos en las cosas pequeñas podemos perder el foco de nuestro proceso y volver a caer en lo mismo. Conseguir el método adecuado para enfocarte en ti y en mejorar toma su tiempo, pero una vez que encuentras algo que te motiva a mejorar, no habrá marcha atrás.
La actividad que elijas puede cambiar con el tiempo, prueba hacer yoga o ir a terapia para desahogarte, haz lo que esté en tus manos para seguir hacia delante. Esto simples pasos son claves para tener una vida saludable, sobre todo en lo mental y espiritual. (De la Redacción/GRUPO CANTÓN)