Para controlar nuestros pensamientos es importante primero poner atención a ellos, conocerlos, sentirlos, entenderlos.
Tus pensamientos pueden convertirse en tu peor enemigo, son ellos los que pueden hacerte muchísimo daño, pues son los que provocan tu sentir en cada momento.
Solamente haciéndote consciente lograrás cambiar malos hábitos y pensamientos negativos relacionados con el abandono, amargura, angustia, ansiedad, baja autoestima, celos, control, codependencia, tendencia a criticar, culpa, depresión, desesperación, dolor, egoísmo, ego, enojo, envidia, ira, fracaso, frustración, miedo a la infidelidad, inseguridad, costumbre a juzgar (a sí mismo y a los demás), manipulación, mentira, miedo, odio, rencor, resentimiento, temor y victimización.
Tendrás que trabajar arduamente para superar y cambiar fobias, apegos, adicciones y todos esos límites y creencias con las que has sido condicionado desde la infancia, causantes de tu sufrimiento, fanatismo e inseguridad, para modificar el modo en que piensas y vives las experiencias e impresiones dañinas o negativas que pudieses haber sufrido en el pasado y que no has podido superar, que conservas y te causan daño cada vez que las recuerdas.
Eres tú quien construye tu presente y visualiza un futuro lleno de prosperidad, armonía, salud, alegría y felicidad. ¡El éxito está en tu mente, el límite lo marcas tú!