Para ayudar a tu hijo a digerir la vuelta a la escuela, es importante que se sienta comprendido. Anímale a hablar de ello y escúchale sin enojarte ni regañarlo por nada de lo que te cuente.
Saber que puede exponer su rechazo y sus temores hará que se sienta más relajado y así podrá mostrarse más receptivo a tus sugerencias.
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Hazle ver que la vuelta a la normalidad tiene numerosos aspectos positivos:
El reencuentro con los compañeros, las cosas tan interesantes que aprende y que luego les explica a ustedes.
Esas actividades divertidísimas que solo puede realizar en el centro escolar
(pintar en una pizarra de dimensiones enormes, por ejemplo).
Recuérdale que en el momento en que la Navidad termina, ya no hay fiestas para nadie: los padres deben regresar al trabajo, la familia de fuera regresa a sus hogares, los más pequeños vuelven a la escuela.
Recomendaciones:
>>Si salieron en las vacaciones, es conveniente que regresen a casa al menos dos o tres días antes de comenzar el colegio; así pueden organizarse bien y hacer una adaptación progresiva al entorno, los horarios…
>>Evita que se acuesten tarde y se levanten tarde, para que cuando empiecen a madrugar no pasen sueño.
>>Procura darles de comer a la misma hora que lo hacen en el colegio, para que su estómago también se vaya habituando al ritmo escolar.
>>Recuérdales que podrán llevar al colegio la cartera o el estuche que les trajo Santa Claus o los Reyes Magos, y que tantas ganas tiene de estrenar.
Insiste también en que el fin de semana lo dedicarán entero a jugar con sus juguetes nuevos.
Asegúrale que aunque han llegado a casa de una manera mágica, no van a desaparecer así.