Para vencer los obstáculos lo importante es el cómo. Es inevitable sentir enojo, tristeza, ansiedad y aunque sabemos de sus repercusiones es inevitable sentirlo.
Esa pregunta me motiva mucho, porque eso es justamente el quid del asunto. Existen muchos principios básicos de la forma como funciona nuestra mente que se pueden aprovechar para sistematizar una forma exitosa de enfrentar esos obstáculos.
“Si te lo imaginas, realmente está sucediendo”
A mí me gusta mucho relatar lo que alguna vez una persona me dijo: “En mi vida han sucedido una gran cantidad de tragedias que me han hecho sufrir muchísimo, la mayoría de las cuales nunca existieron en la realidad”.
Para la mente (es decir para el cerebro) no existe una diferencia, entre lo que realmente está sucediendo y lo que nos imaginamos que sucede.
Este principio científico de la forma como nuestra mente trabaja permite que las personas aprendan a transformarse desde su imaginación para que después esa transformación se exprese tarde o temprano, en el exterior.
“Las emociones positivas crean bienestar”
Se han llevado a cabo estudios en los que se ha establecido que experimentar emociones positivas en una proporción con las negativas al menos de 3 a 1, es muy conveniente para nuestro bienestar integral. Y muchos se preguntan y ¿cómo puedo yo obligarme a sentir esas emociones positivas si no vienen a mí de manera espontánea? Los especialistas en el área del bienestar hemos demostrado que desarrollar habilidades para vivir mejor no solamente es posible, sino que en muchos lugares es ya una política en el sector salud y en el sector educativo.
“Mejora tu vida, solo tú puedes hacerlo”
Aprender a conocernos a nosotros mismos, a manejar las emociones y el estrés, tomar decisiones y solucionar problemas sin conflicto, tener pensamiento crítico y pensamiento creativo en nuestra vida así como ser asertivos, empáticos y relacionarnos positivamente son habilidades que al desarrollarse procuran con mayor frecuencia en nuestra vida emociones positivas como la esperanza, el amor, la gratitud, el asombro, el interés por el prójimo y las buenas relaciones entre personas que se aman, así como el placer y la serenidad que necesitamos para enfrentar las adversidades que se te presentan cada día.
