CANCÚN, Quintana Roo.- Lo que todo conductor debe saber como regla básica, es que el motor del vehículo trabaja comprimiendo aire con “rocío” de combustible, y por Ley Física, los líquidos no se comprimen. En consecuencia, si hacemos que el motor aspire agua en lugar de aire, lo romperemos.
Puede parecer que este principio sea demasiado básico para quienes entienden de mecánica, pero una gran parte de los conductores no entiende cómo funciona un motor; nunca está de más recordarlo.
Problemas comunes en un día inundado
Constantemente con los grandes temporales debemos enfrentarnos a calles anegadas, siendo que el grueso del parque automotriz no está diseñado para condiciones de esta naturaleza. A veces con tan sólo pasar rápido una posa causamos que el motor se detenga o que comiencen a aparecer errores en las pantallas abordo.
Quizás la pregunta que todos nos hacemos es hasta dónde aguanta nuestro auto el nivel de agua. Para ello, hay que fijarse en dos detalles muy importantes: Dónde se encuentra la toma de aire hacia el motor y a qué altura está y a qué altura está el tubo de escape. Ambas, son entradas directas al motor y que provocarán una falla prácticamente irreparable sin desmontar por completo la planta motriz.
Este, es un caso claro en el que no deberíamos estar y si lo estamos, hay que detener el motor de inmediato y no tratar de hacer que funcione nuevamente hasta asegurarse que no ha entrado el agua.
Muchos no tienen idea por dónde succiona aire el motor; prácticamente en todos los modelos la ubicación de esta boca es distinta. Generalmente en los modelos más deportivos se encuentra muy cerca del piso (el aire cerca del piso es más denso, más frío y más rico en oxígeno) y en modelos más comunes se encuentra más cerca del nivel del capó en la trompa del vehículo. Si el nivel del agua no ha superado estos elementos, al menos sabremos que no hemos “asesinado” el motor, lo más costoso de reparar.
Aún cuando tengamos estas bocas de entrada y salida del motor sobre el nivel del agua, pueden generarse muchas fallas al sumergir sensores o actuadores del motor que se anulan automáticamente, provocando que el motor se detenga sin remedio hasta que se haya secado por completo. En muchos vehículos se encuentran uno o dos sensores vitales para el funcionamiento del motor muy cerca del nivel del suelo del vehículo.
Consejos para evitar fallas
Por estas razones, nunca es aconsejable, en un automóvil para la ciudad, someterlo a un nivel de agua mayor al del propio nivel del suelo del automóvil, es decir, el agua un poco más arriba del tobillo (como referencia! … aunque es más conveniente tener un pié mojado que un auto destruido por dentro).
Si por algún motivo o emergencia, te enfrentas a un mayor nivel de agua, no sueltes el acelerador hasta que pases por completo la poza; soltarlo abrirá paso al agua a través del escape hacia el motor. Esto último sucede porque el motor no sopla constantemente, funciona por ciclos igual que nuestra respiración y aumentando la aceleración se crea un flujo de escape más constante.
A veces, producto de nuestra inmadurez (presente en la mayoria de los conductores), pasamos rápido por grandes pozas (sí, es entretenido ver cómo salta el agua) poniendo en serio riesgo importantes (y delicados) elementos electrónicos presentes en la cabina del motor. Si no estudiamos nuestro auto y nos aseguramos que hay un buen diseño y sello entre las ruedas y la cabina del motor, además del fondo hacia el suelo, mejor no juguemos a tirar agua como auto de rally -recordemos la última exhibición en el río Mapocho – .
No está demás agregar que el choque térmico entre el motor caliente y el agua fría, puede provocar serios daños (deformaciones o fisuras) que no notaremos de forma inmediata.
Por otro lado, si tienes un SUV o auto familiar de grandes proporciones (popularmente llamados camionetas o 4×4) no te creas el rey del “off road”, porque la mayoría de los SUV (Sport Utility Vehicle por sus siglas en inglés) están diseñados para ciudad y no para condiciones extremas, si el manual de tu SUV no indica el nivel de rebalse al que puede ser sometido, no eres el indicado para probarlo. Pocos vehículos en el mercado están preparados para cruzar ríos (literalmente).
Si tu auto ha quedado bajo el agua estando detenido el motor, no intentes hacer que funcione, sólo llévalo al mecánico o asesórate por un profesional.
Siempre atentos a evitar desastres mecánicos.(Fuente: guioteca.com)