Agencias
CIUDAD DE MÉXICO
El ballet para los niños es un ejercicio que cuenta con múltiples y positivos beneficios, tanto físicos como psíquicos; requiere mucha concentración, flexibilidad, coordinación y ritmo musical, por eso la mejor etapa para iniciar las clases es a los tres años, ya que los niños comenzarán con movimientos de coordinación y dinámicas de juego con movimientos básicos y aprendizaje generalizado. A los siete años, están listos para la práctica del ballet a nivel profesional.
Asimismo, es un tipo de danza que puede ser practicado por niñas y niños, sin poner en riesgo la sexualidad del varón.
1 El baile estimula la circulación sanguínea y el sistema respiratorio.
2 Favorece la eliminación de las grasas.
3 Contribuye a corregir malas posturas.
4 Ayuda a ganar elasticidad
5 Ejercita la coordinación, la agilidad de movimientos y el equilibrio.
6 Colabora en el desarrollo muscular y la forma de la columna.
7 Ayuda al desarrollo de la psicomotricidad, a la agilidad y coordinación de los movimientos.
8 Permite mejorar el equilibrio y los reflejos.
9 Puede ayudar a corregir problemas como el ‘pie plano’. Con el ballet, las posiciones que adopta el pie durante la clase, la mayor parte del tiempo arqueado, pueden hacer que poco a poco se corrija el defecto.
10 Es una buena técnica para combatir la obesidad infantil y el colesterol.
11 Desarrolla la expresión corporal, el oído y la memoria.
12 El ballet es un ejercicio muy rígido, que exige y enseña disciplina tanto física como mental, ayudando en el desarrollo de la personalidad de los niños.
13 Desarrolla la sensibilidad de los pequeños, permitiendo que fluyan sus sentimientos con total libertad.
14 Ayuda a la socialización de los niños más tímidos y a superar esa timidez.
15 Relaja y libera adrenalina.
16 Mejora la autoestima y reduce síntomas de estrés o ansiedad, aumentando la confianza del niño en sí mismo.
