Un problema común en adolescentes o personas con el cutis graso es la aparición de acné, la cantidad y daño en la piel varía y puede ser consecuencia de infinidad de situaciones, desde una mala alimentación hasta problemas médicos o ambientales.
Las personas que son más propensas a tener acné, por consiguiente, prueban muchos productos con altos contenidos químicos y reacciones que agravan el problema, lo recomendable por el médico es siempre lavar el rostro con agua y jabón en la mañana y noche.
Para ayudar en este proceso de limpieza, el ajo tiene propiedades especiales que ayudarán a recuperar la frescura de tu rostro.
El procedimiento es sencillo: a uno o dos dientes de ajo, dependiendo de la extensión de acné, lo pelarás bien y triturarás, mezclándolo con aceite de oliva extra virgen formando una pasta homogénea, la cual colocarás en las zonas afectadas con movimientos envolventes.
La sensación del ajo en el rostro pudiera ser algo molesta, pero tolerable; después de 20 minutos, las propiedades del ajo ya penetraron en el rostro, por lo que removerás la mezcla con un algodón.
Finalmente lava tu cara con agua y jabón neutro, para remover el olor al ajo y todo resto de la mascarilla; coloca un tónico o crema para hidratar.
Este tratamiento lo puedes aplicar tres veces a la semana; al pasar de un mes de uso, los cambios serán evidentes, pues los granitos serán menos visibles, además que tu rostro se verá más saludable y terso.
