CIUDAD DE MÉXICO.- Debe ser su deseo, y lo cumple a cabalidad. Donald Trump se está convirtiendo en uno de los villanos de la vida real.
Tan sólo la semana pasada, le robó el discurso a uno de los villanos de Batman.
Diferentes industrias se están viendo afectadas por las decisiones del ahora Presidente de los Estados Unidos.
Ahora, los videojuegos podrían ser otro objetivo en el radar de Trump, de acuerdo a información del sitio Polygon.
La ESA (The Entertainment Software Association), se está preparando fuertemente contra lo que podría significar un nuevo impuesto a los videojuegos.
De acuerdo a este nuevo impuesto (arancel), los productos que NO sean manufacturados en Estados Unidos, subirán su precio entre un 5% y 10%.
Hace unos días, Donald Trump se salió del TTP (Tratado de Asociación Transpacífico).
Esta mañana, Polygon se acercó a la ESA, específicamente, para preguntar las posibles medidas preventivas de esto, y que no afecte el precio de las consolas y videojuegos que se importan de diferentes regiones.
El deber de este organismo es funcionar como un representante para los desarrolladores de videojuegos y las compañías, a lo que respondieron lo siguiente:
Estamos investigando el problema y podremos proveer más información tan pronto nos sea posible.
De acuerdo a CNN Monday, el presidente republicano no necesitaría de la aprobación del Congreso para esta nueva medida, pues podría valerse de varias normas que existen actualmente.
El peor de los escenarios en dado caso de pasar esto, es que los videojuegos que se importen de Estados Unidos hacia México, por ejemplo, tengan un precio todavía más elevado que los que tenemos actualmente.
Los gamers pagarían más con este nuevo impuesto
Oh, y de paso, que otros países quieran aplicar impuestos similares a productos cuya manufactura no sea en el país de origen.(Fuente: Excelsior)