Cuando Mortal Kombat 11 fue revelado en los Game Awards, la comunidad gamer se sorprendió por el anuncio de que el juego llegaría también al Nintendo Switch, una máquina de specs y capacidades más bajas que las del PlayStation 4 y el Xbox One.
La noticia también sorprendió por considerar que la última vez que un Mortal Kombat llegó a una consola de Nintendo fue hace 12 años.
La intriga de jugar MK11 en Switch llegó desde varias perspectivas, pues, y ahora que lo hemos jugado nos toca decir si la experiencia vale o no la pena. Ojo, dejaremos fuera de la discusión la calidad gráfica, pues es obvio que es menor a la de cualquier otra plataforma en la que fue lanzado.
La versión para Switch fue desarrollada conjuntamente por NetherRealm Studios y Shiver Entertainment -estos últimos conocidos por su trabajo en la serie Scribblenauts– y podemos decir que se siente como una versión aún en desarrollo, producto quizá de la premura de sacar el port al mercado.
A pesar de que ambos estudios aseguraron que Mortal Kombat 11 para Switch correría a estables 60 cuadros por segundo, son diferentes los momentos en los que la velocidad decae lo suficiente como para afectar la experiencia de juego.
En el modo “Torres del Tiempo”, caracterizado por el uso de modificadores y consumibles de ayuda, el juego se ralentiza y afecta la sucesión de combos, lo que sumado al sistema de “farmeo” puede resultar en una experiencia tediosa.
El modo Cripta también tiene impacto negativo en esta versión. La velocidad decae constantemente al abrir un cofre, o bien, al efectuar diversas acciones -como abrir cuerpos para conseguir corazones, buscar cofres escondidos o recibir recompensas.
De hecho, para esta revisión tuvimos que reiniciar la consola por lo menos en cuatro ocasiones, porque “crasheaba” mientras estábamos en la Cripta.
Una de las características del Nintendo Switch es la posibilidad de jugar en pantalla o en modo portátil, y son varios los juegos que ven impactadas negativamente su resolución y velocidad bajo este último, y Mortal Kombat 11 no es la excepción.
Por otro lado, el juego en línea se beneficia del fabuloso código de red de las otras versiones, de forma que pocas veces tuvimos problemas de conexión o de lag.
En conclusión, Mortal Kombat 11 en Nintendo Switch nos recuerda esa época en la que un juego era trasladado a hardware de capacidades inferiores y nos invitaba a criticar ciertos aspectos del port, pero simultáneamente a maravillarnos por la habilidad de los programadores de hacer posibles otras versiones.
Aún con sus problemas, la versión de Nintendo Swich de Mortal Kombat 11 es una forma viable de vivirlo. NetheRealm Studios y Shiver Entertainment hicieron un buen trabajo de traslación, toda una hazaña técnica que sobresale dentro del catálogo de títulos de la consola híbrida de la Gran N.
