CIUDAD DE MÉXICO.- Los libros esconden misterios y aventuras. De sus hojas zarpan barcos piratas, despegan naves espaciales o emergen nuevas teorías sobre nuestras vidas. Da igual que el cofre sea de papel o electrónico: dentro, a menudo, hay un tesoro. Pero los libros digitales, además de encerrar secretos, también lo son. Años de gurús, profecías, cifras y realidades opuestas han defendido tanto su inevitable avance como su estancamiento.
De ahí que cada informe de cierto alcance, como el que acaba de publicar Libranda, principal distribuidora de e-books en español con unos 58.000 títulos, pueda aclarar el panorama. El estudio, referido a 2016, muestra que las ventas de libros electrónicos en castellano subieron un 6,7% el año pasado a nivel global.
Tras España (62,2%) y México (13,2%), su tercer mercado es Estados Unidos, con un 11,4%. Por detrás quedan los principales países de Sudamérica, con Argentina a la cabeza y porcentajes que nunca pasan del 3%.
El estudio —el segundo que realiza la distribuidora— concluye que en España el formato digital aportó unos 33 millones, lo que supone un 3,5% del mercado total (938 millones) y un aumento del 11% en la facturación respecto al año anterior. Se excluyen, eso sí, libros de textos y académicos.(Agencias / QUINTANA ROO HOY)