AGENCIAS
A través de la aplicación de mensajes instantáneos WhatsApp, varios ciudadanos han recibido la invitación para adquirir una tarjeta alimentaria, la cual, según portales electrónicos, pueden robar los datos personales y hasta bancarios para usarlos en fraudes posteriores.
“La semana pasada me llegó esta invitación a través de WhatsApp donde me decían que había sido seleccionada para obtener la tarjeta alimentaria y me indicaban que tenía que ingresar al portal electrónico: Tarjetas. Global”, explicó María López.
Relató que en la mencionada página dan la bienvenida en un recuadro e informan que el usuario fue seleccionado para obtener una tarjeta alimentaria, con un beneficio inicial de cuatro mil 643 pesos.
Después, dijo, piden que llene un formulario y advierten que solo queda determinado número de tarjetas, incluso, se ve un contador que va en cuenta regresiva simulando que en otros dispositivos están tramitando tarjetas.
“Cuando entré a la página y vi que me pedían muchos datos personales, dudé y quise venir a los medios de comunicación para que me orientaran y en caso de que fuera un fraude, se alertara a la población”, pidió la denunciante.
Al navegar por la red de internet, Ruta encontró que el origen de esta tarjeta está en Argentina, donde el gobierno de ese país ha otorgado la llamada “Tarjeta Alimentar”, para beneficiar a personas vulnerables; sin embargo, varios medios de comunicación alertan de un sitio que la promueve, pero no es el oficial y se roba los datos personales.
El ingeniero en Software y Especialista en Ciberdefensa y Ciberseguridad, Walter Agüero, dijo al portal argentino, www.apuntesdesanluis.com , el pasado 17 de febrero, que es falso y que roba los datos para hacer ingeniería social.
La ingeniería social, consiste en engañar a la gente para que cedan su información personal como contraseñas o datos bancarios o para que permitan el acceso a un equipo con el fin de instalar software malicioso de forma inadvertida.
Los ladrones y estafadores utilizan la ingeniería social porque es más fácil engañar a alguien para que revele su contraseña que vulnerar su seguridad