Ciudad de México.- Dueña de una brillante y poderosa voz que la condujo a lo más alto de su carrera, Whitney Houston cantó por última vez el 9 de febrero de 2012. Transcurría la fiesta previa a la entrega de los Grammy, en Los Ángeles, cuando subió al escenario junto con Kelly Price a interpretar el tema Jesús me ama. Como si aquello fuera una premonición, dos días después la encontraron muerta en la tina de baño de su habitación en un hotel, dejando, sin embargo, una huella profunda en el mundo de la música y la actuación.
Conocida popularmente como La voz, Whitney era, entonces, la versión femenina de Frank Sinatra, apodado La voz por la majestuosidad de su canto. El diario The New York Times escribió de ella que había revitalizado el gospel, el soul y el pop, y había una gran verdad en ello, como quedó demostrado por la gran cantidad de premios que acumuló en reconocimiento a su calidad artística, su esfuerzo y su trabajo. El libro de Records Guinness la mantiene en sus listas como la estrella más premiada de todos los tiempos con 415 galardones.
Whitney Elizabeth Houston habría cumplido hoy 55 años de edad, pero el destino le deparó un temprano final en circunstancias trágicas a los 48 años de vida, aunque su legado ahí queda y la conserva “viva” en el corazón de sus millones de admiradores en el planeta.