CANCÚN, Quintana Roo.- “Siempre me ha gustado la idea de ayudar y siempre he pensado que el ser humano es bueno y que si haces algo malo es porque te viste motivado por algo; muchas veces la falta de recursos hace que hagas cosas indebidas, es por eso creo que el apoyar e invertir en la educación es ayudar a que las personas tengan una mejor calidad de vida para salir adelante”, dijo Vanesa Citlali Mendoza Oliver, empresaria y presidenta del Club Rotario Cancún Bicentenario, quien visitó las instalaciones del diario Quintana Roo Hoy y platicó en exclusiva.
Una mujer con sonrisa siempre hacia las demás personas y su bondad por ayudar, son dos cosas que caracterizan a Vanessa Mendoza y quien está a un mes de dejar el cargo como presidenta del Club Rotario, por lo que compartió cómo fue su año de trabajo, éxitos, logros y anécdotas:
“El rotarismo este año me dio muchos conocidos, la oportunidad de demostrarme a mí misma que soy capaz de liderar un club con personas que incluso me pueden doblar la edad y sobre todo que soy una mujer que sabe trabajar y ver por los demás”, declaró Vanessa Mendoza.
Una mujer que durante un año realizó varios eventos y todos para ayudar a quienes más lo necesitan, destacando programas como las becas para estudiantes de nivel media y superior, además de dar continuidad a las vacunas de poliomielitis y beneficiar a mujeres con prótesis por cáncer de mama.
Vanessa recuerda que fue a los 18 años cuando ingresó al Club Rotario Cancún como oradora, a raíz de que le encantó el rotarismo decidió seguir, sin imaginar que ahí conocería a quien hoy es su esposo y formaría una familia; tiempo después y a punto de terminar su contrato en la Secretaría de Economía y una maestría abrió su negocio de casa de empeño.
Tiempo después su esposo ingresa a otro club rotario en donde más tarde Vanessa se incorporaría como secretaria y posteriormente como tesorera, con el paso del tiempo la mujer decidió lanzarse como presidenta y ganó.
“He crecido bastante, soy un poco mandona y tuve que modificar eso, aprender a escuchar y ver las necesidades de los demás, cuando eres empresaria tienes otra manera de ver las cosas, entonces ya cuando estás en un club donde son personas diferentes a ti aprendes a vivir con todos, ha sido una experiencia de grandes satisfacciones, pero también de sacrificios”, expresó.
A un mes de concluir su administración de rotaria, Vanessa ya tiene claro hacia dónde va y es que el cargo fue lo que esperaba por lo que le deja un buen sabor de boca, pero continuará apoyando con el programa de becas, posiblemente se tome un tiempo para su familia y para ella, para regresar con todo a cargo de su negocio y también volver al flamenco, que es su pasión. (Alejandra Vázquez/Quintana Roo Hoy)
