Sabemos que la obesidad y el sobrepeso actualmente son un problema severo de salud pública. México es el país con el primer lugar en índice de obesidad infantil y el segundo en obesidad del adulto. Y continúa en aumento casi como una epidemia.
Sabemos también que la obesidad es el preámbulo de numerosas enfermedades crónico degenerativas que nos pueden llevar a la muerte. Y aun así no hacemos consciencia de lo devastadora que puede ser y de que es posible controlarla y aún erradicarla.
Existen infinidad de dietas para bajar de peso, cada día surge una nueva y más efectiva. Y funcionan, si las haces claro. El mercado está lleno de productos milagrosos que prometen bajar de peso sin el mayor esfuerzo y sin dejar de comer.
¿Cuantas veces has empezado una dieta y la has dejado al cabo de pocos dias? Cuantas veces el lunes es el día ideal para empezar de nuevo, mientras el día anterior comes compulsivamente antes de iniciar?
Porque parece tan difícil bajar de peso? Una de las premisas es que la obesidad es una situación compleja en si misma y requiere de un enfoque multidisciplinario ya que implica al Ser en su totalidad. Su estilo de vida y creencias, autoestima, autoimagen y autorreconocimiento, falta de enfoque y determinación en su propósito de perder peso, impaciencia y falta de perseverancia hacia el logro de su meta, falta de conocimiento y autogestión de su salud, el sedentarismo y la falta de ejercicio físico, el estrés y la mala organización del tiempo que conlleva al consumo de comidas rápidas o mal equilibradas, creando un círculo vicioso, que genera malestar y culpabilidad y una sensación de que es imposible lograr el objetivo.
La visión que la Medicina Integrativa propone es el tratamiento con técnicas y herramientas de sanación que abarcan los aspectos de la materia, la energía , la información y la conciencia desde una concepción holística, un todo, ya que lo que afecta a una parte del ser termina por afectar a la totalidad.
En estos programas de tratamiento nos enfocamos en el cuerpo físico, mental, emocional y espiritual. Tratando a cada uno de ellos en su individualidad y a la vez en su conjunto para crear una sinergia y poder fortalecer al individuo en su propósito y logro de su meta.
La primera y más importante de las acciones es la desintoxicación del cuerpo físico, limpiar el ambiente en el que la célula habita.
La limpieza colónica ejerce aquí uno de sus mayores beneficios al eliminar los desechos tóxicos largamente acumulados ayudando con esto a equilibrar el pH, oxigenar y aumentar la circulación sanguínea, mejorar el metabolismo para que el cuerpo este en las condiciones de recibir los nutrientes necesarios y desechar las toxinas acumuladas en la grasa excedente.
