La Escuela de las Formas es sin duda la más antigua de Feng Shui y fue tradicionalmente utilizada para detectar las ubicaciones más favorables para hogares o para sitios de enterramiento.
Los maestros debían aprender a localizar ubicaciones que no estuvieran contaminadas o que fueran demasiado húmedas o excesivamente secas o vulnerables.
Fundamentalmente para la escuela de las formas están las llamadas cuatro criaturas celestiales dentro del paisaje.
En un mundo ideal en el Norte o la parte de atrás estaría la protección de la Tortuga que podría estar representado por una colina, un edificio, una valla o un seto elevado. Al frente o Sur estaría el Ave Fénix, esto estaría simbolizado por una colina o un montículo de escaso relieve frente a la propiedad o un muro de poca altura.
En este mundo ideal a cada lado de la propiedad estarían las colinas protectoras conocidas como el Tigre y el Dragón, el cual debe ser ligeramente más alto que el Tigre, en los tiempos actuales esto podría traducirse en un muro más elevado o en un seto a la izquierda del predio y a la derecha una estructura más baja representando al Tigre.
Todas las escuelas del Feng Shui pretenden desviar flechas secretas y buscar el simbolismo de los cuatro animales celestiales en el entorno local aunque esto es un poco difícil en la cultura actual.
Los preceptos básicos de la Escuela de las Formas constituyen sin duda, sentido común.
Todos nos beneficiaríamos de un paisaje ideal y experimentaríamos una sensación subconsciente de seguridad si estuviéramos protegidos.
La elección de una ubicación que es clara, fresca y viva, que ha mantenido sanas a generaciones de seres humanos, tiene sentido.