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noviembre 24, 2024

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El timo, la glándula de la felicidad (2ª parte)

La mayoría de las personas conserva la fuerza en los dedos con el pensamiento feliz y se debilita cuando piensa que está infeliz.

Sustituya los pensamientos por un delicioso helado de chocolate, una torta de coco, rellena con crema, para ver qué sucede… Ese mismo test sirve para diagnosticar situaciones bastante más complejas.

Por ejemplo, el médico necesita un diagnóstico diferencial, su paciente tiene síntomas en el hígado que tanto pueden significar cáncer, cuanto abscesos por amebas.

Usando láminas con muestras o mismo representaciones gráficas de una u otra hipótesis, testea la fuerza muscular del paciente estando en contacto con ellas y llega al resultado deseado.

Las reacciones son consideradas respuestas del timo y el método, que ha sido demostrado en congresos científicos alrededor del mundo, ya es enseñado en la Universidad de Sao Paulo (Brasil) y a médicos acupunturistas.

El detalle curioso es que el timo queda bien pegado al corazón que se acaba ganando todos los créditos con relación a sentimientos, emociones, decisiones, manera de hablar, de escuchar, estado de espíritu, etc…’

El propio chakra cardíaco, fuente energética de unión y compasión, tiene más a ver con el timo que con el corazón y es en ese chakra que, según las enseñanzas budistas, que se da el pasaje del estado animal al estado humano.

¡Que interesante!, usted puede estar pensando, pero ¿y que con eso?

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Resulta que, si usted quiere, puede ejercitar el timo para aumentar su producción de bienestar y felicidad.
Por la mañana, al levantar, o en la noche antes de acostarse:

a) De pie, las rodillas ligeramente dobladas, (la distancia entre los pies debe ser la misma de los hombros).

Ponga el peso del cuerpo sobre los dedos y no sobre el talón y mantenga toda la musculatura bien relajada.

b) Cierre cualquier de las manos y comience a dar golpecitos continuados con los nudos de los dedos en el centro del pecho, marcando el ritmo así: una fuerte y dos débiles. Siga haciéndolo entre 3 y 5 minutos, respirando tranquilamente, mientras observa la vibración producida en toda la región torácica. (Yo hago 20 toques por la mañana y 20 toques por la noche).

El ejercicio atraerá la sangre y la energía para el timo, haciéndolo crecer en vitalidad.

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