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diciembre 25, 2024

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María Rubio, una de las máximas villanas de las telenovelas mexicanas

La actriz mexicana María Rubio, reconocida por su papel en la telenovela “Cuna de lobos” como “Catalina Creel”, es considerada como “La Madre de Todas las Villanas”, con 32 telenovelas acumuladas en más de 50 años de trayectoria.

Su última participación fue en el papel de “Inés de la Borbolla”, en el melodrama “Una familia con suerte”, producida por Juan Osorio, que salió al aire entre 2011 y 2012.

De nueva cuenta, Rubio encarnó a una villana, una mujer poderosa y adinerada. En este melodrama, actúo al lado de Arath de la Torre, Luz Elena González y Mayrín Villanueva, entre otros.

Después de su participación en este melodrama, la primera actriz anunció su retiro debido a su delicado estado de salud. A partir de entonces se convirtió en una férrea crítica del género.

Uno de los pasajes más amargos en la vida de la actriz ocurrió el 11 de noviembre de 2017, cuando su hijo, el director de cine y televisión, Claudio Reyes Rubio, perdió la vida en un accidente automovilístico cuando regresaba de una locación de la telenovela “Me declaro culpable”.

Durante el funeral, Rubio estuvo acompañada por dos de sus grandes amigas y compañeras de profesión, las actrices Patricia Reyes Spíndola y Azela Robinson.

Entre llantos y aplausos fue como María Rubio se despidió de su primogénito con las palabras: “fuiste el mejor en todo”.

María Jesús Rubio Tejero nació en Tijuana, Baja California, el 20 de septiembre de 1934; hija única del matrimonio que formaron María Tejero y Olayo Rubio, quien fue diplomático y empresario.

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La infancia de la artista fue difícil, pues a los cuatro años de edad le detectaron una afección cardiaca, que padeció hasta los nueve. “Nunca estuve hospitalizada, pero sí tenía que tomar reposo en cama y no pude hacer lo que cualquier niño común”, declaró.

Durante esa época vivió en España; asimismo, estuvo marcada por la inmensa atención que le brindaron sus padres como hija única, por lo que en su adolescencia continuó como si todavía fuera una niña, prefería jugar que asistir a alguna fiesta.

Denominada como una de las primeras actrices, estudió en colegios católicos, lo que alimentó su amor y fe por Dios como creyente.

A los 14 años, regresó a México junto a su familia, así ingresó a la Escuela de Danza de Bellas Artes, sin saber lo que el futuro le tenía preparado para el resto de su vida.

En el aspecto personal, María Rubio probó el amor por primera vez a los 21 años, se enamoró de un joven con quien compartió algunos años de su vida, pero sólo como novios, pues finalmente él se casó con otra mujer y ella con otro hombre.

Tiempo después conoció a Luis Reyes de la Maza, con quien se casó y tuvo dos hijos: Claudio y Adriana, la unión duró 40 años y posteriormente se divorciaron.

Más de 50 años de carrera respaldaban a esta temperamental mujer, quien presumía tener un grato sabor de boca por todo lo que logró. Acumuló 32 telenovelas en su trayectoria, aunque fue “Catalina Creel” el personaje que la encumbró en su carrera.

Sin embargo, Rubio nunca pretendió ser una estrella de televisión ni tener el primer crédito en los trabajos que hacía, pues ella tan sólo quería actuar no importaba lo demás.

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Ese contacto con los jóvenes le permitió hacerse de amigos menores que ella, como Azela Robinson, Leticia Calderón y Tiaré Scanda.

Para ella, la vitalidad y jovialidad eran contagiosas, “agradezco a Dios poder tener amigos realmente jóvenes, pues lo más feo de ser viejo es ver que tus amigos se mueren y tú te vas quedando solo”.

“Lo que más disfruto es la vida misma, y eso me hace sentir tranquila y bien conmigo misma. Ahora, lo único que puedo pedir antes de morir es que mis hijos sean felices, porque esa es su obligación”, declaró alguna vez la actriz, cuyo trabajo en “Cuna de lobos” marcó un antes y un después para los papeles de villanos.

María Rubio es considerada como “La Madre de Todas las Villanas” y una de las que jamás podremos olvidar es la temible “Catalina Creel”.

Este personaje trajo mucho éxito a Rubio; sin embargo, también dificultades de trabajo en la televisión. Muchos productores no encontraban papeles a la altura de “Catalina Creel”. Tanta fue su fama que se llegaron a ver grandes letreros que decían “Catalina Creel para presidente”.

Empero, su maldad dejó ver que Rubio todavía tenía mucho que dar. La calidad del trabajo de esta gran actriz, fue definitivamente incomparable. La experiencia y el talento, demuestran que María Rubio fue la mejor, no sólo como villana, sino como una gran Primera Actriz.

Entre las telenovelas en las que participó se encuentran: “Lágrimas amargas” (1967), “Lo que no fue” (1969), “La Constitución” (1970), “Las máscaras” (1971), “Me llaman Martina Sola” (1972), “Entre brumas” (1973), “Mañana será otro día” (1976), “Rina” (1977) y “Pasiones encendidas” (1978).

Así como “Te amo” (1984), “Tú eres mi destino” (1984), “Abandonada” (1985), “Cuna de lobos” (1986), “Imperio de cristal” (1994), “No tengo madre” (1997), “Amada enemiga” (1997), “Amor gitano” (1999), “Laberintos de pasión” (1999) y “Salomé” (2001).

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A principios de ese año, Rubio participó como “Graciela” en “Las dos caras de Ana”, telenovela grabada en Miami, Florida, en la que compartió créditos con Ana Layevska y Rafael Amaya, bajo la producción de Lucero Suárez.

Por otra parte, con motivo de los “50 años de la telenovela en México”, el 30 de agosto de 2007, Televisa rindió tributo al género que le ha dado mayor satisfacción desde 1957, festejo al que asistió la primera actriz junto con destacadas figuras del melodrama como Eduardo Yáñez, Lucero y Jacqueline Andere, entre otras.

El homenaje resaltó de forma especial la historia creada por Carlos Olmos y producida por Carlos Téllez, en la que Rubio interpretó a la villana “Catalina Creel” en 1986, por significar un fenómeno social sin precedentes, un producto que revolucionó la manera de hacer telenovelas.

De esta forma, se reconoció la importancia de “Catalina Creel”, ya que gracias a este personaje la telenovela es una de las historias más exitosas e importantes de todos los tiempos, además de ser una de las más vendidas dentro y fuera de México.

En 2010, participó en la serie de televisión “Mujeres asesinas 3”, protagonizó el episodio “Las viudas negras”, basado en hechos reales, al lado de la actriz Diana Bracho.

En este programa también destacaron las actuaciones de Belinda, Thalía, Rocío Banquells, Jacqueline Bracamontes y Dulce María, entre otras, bajo la producción de Pedro Torres.

Durante sus últimos años, la primera actriz permaneció en su residencia del sur de la capital mexicana y se mantuvo pendiente de lo que pasaba en las telenovelas.

Fuente / El Sol de San Juan del Rio 

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