NUEVA YORK, EU.-Con ese rostro angelical, de ojos grandes, nariz respingada y labios que pueden lucir lo mismo inocentes que sensuales, Lily Collins tenía todo para ser la eterna “chica de al lado”, la niña buena de Hollywood. Sin embargo, la actriz no se conformó con ser sólo la princesa del cuento de hadas, aunque ya le tocó dar vida a Blancanieves en Espejito Espejito.
La hija del cantante Phil Collins ha tratado de diversificar su carrera y estilo, ya sea en la pantalla, en las alfombras rojas y hasta en las causas que apoya como figura pública. Porque Lily puede ser un ángel, pero también un demonio.
“Yo misma soy un poco contradictoria. Me encantan las historias oscuras y las cosas desaliñadas, pero de pronto me nace embellecerme y ser muy femenina, ya sea con la ropa que escojo o los proyectos. Y cada mujer que conozco tiene un poco de oxímoron: son suaves pero duras; rudas pero frágiles. Creo que todos tenemos estos elementos contradictorios”, compartió la actriz.
De ser una niña que creció en la campiña británica, alejada de los reflectores y el glamour, Lily pasó a ser una de las actrices jóvenes de mayor popularidad, gracias a su protagónico en la saga Cazadores de Sombras.
Pero ahora lo mismo interpreta a la novia linda, como lo hizo en Tal vez es para siempre, a una activista pro animales en Okja (2017), o a una joven anoréxica en el filme, Hasta los huesos.
“Me atraen historias que te dejan pensando, que generan una conversación. Nunca he querido interpretar sólo a la novia o a la chica dulce. Me gusta tener roles que me digan algo sobre quién soy, quiero aprender acerca de Lily como del personaje, conocerme mejor”, agregó. (Staff/Tabasco Hoy)
EN LA BATALLA…
Va siempre tras nuevos roles
Graduada de la carrera de periodismo televisivo por la Universidad del Sur de California, la actriz dejó en pausa su faceta como reportera para hacerse de un nombre en la industria hollywoodense, lo cual no ha sido sencillo, precisamente a causa de su apellido, que su padre se ha encargado de remarcar.
“Ya llevo varios años trabajando, y si éste no fuera el lugar al que pertenezco, ya no seguiría aquí. Hay mucha gente que batalla por hacer lo que hago, pero yo aún tengo que pelear por conseguir algunos roles”. (Reforma)