Síguenos

¿Qué estás buscando?

diciembre 24, 2024

Show!

La envidia le causa dos preinfartos

La comediante ha sufrido dos anginas de pecho por sus irreverencias; ahora usa un dispositivo que la mantiene controlada     

CIUDAD DE MÉXICO.– Quién iba a pensar que nuestra querida Maribel Fernández, “La Pelangocha”, en sus años gloriosos era tremenda con sus compañeros de trabajo. En entrevista exclusiva para BASTA!, la comediante compartió que la envidia, el ego y la ira la embriagaban y esto le provocó que estuviera al filo de la muerte con dos preinfartos.

  “Cometí mucho errores, yo era muy irreverente, me peleaba con todo el mundo, criticaba todo… Estos fueron vicios muy cabrones; era muy envidiosa con mis compañeras, estas cosas me iban envolviendo, esto me pasó cuando ya me dio el bajón de la vida, cuando “La Pelangocha” ya no estaba arriba. Yo me sentía muy mal, era una  persona muy tóxica, parecía que me embriagaba, no estaba en paz conmigo misma”, confiesa.

“La actriz asegura que de tanto resentimiento, enfermó. “Me enfermé del corazón por no dejar salir todas estas cosas que guardaba en mi interior. Me dieron dos preinfartos, se me taparon las arterias del corazón al 90 por ciento; el doctor me dijo: Si te da el infarto, te quedas en la ambulancia y no la brincas. Estuve al filo de la muerte, sin saber. Lo que pasa es que yo estaba tapando el fluido de mi cuerpo, de mi ser, de todo. En la segunda vez que me puse mala del corazón, me agarró en mi casa: me empezó a doler la quijada, el brazo y la espalda. Me llevaron al doctor de volada y ya me alivianaron. Ahora me cuido más, hago ejercicio y voy a mis chequeos con el doctor cada mes y medio”, comentó.

La comediante confesó también que la falta de brillo en su carrera la orilló a buscar paz celestial. “Un día ya no aguantaba más mi situación y me hinqué en mi casa, me puse en la ventana y le dije a Dios: Señor, ayúdame, porque tenía una mala relación con mi pareja y no la quería dejar ir, pero con tanta amargura, le pedí a Dios que lo sacara de mi corazón y que me diera paz. Desde ese día me empezó a llegar esa paz en todo lo que hacía. Dios sabe por qué te pasan las cosas, en el momento no lo entendemos”, concluyó. (Rafael Suárez / AGENCIA BASTA!)

Te puede interesar