Después de la tormenta llega la calma, mejor no podía aplicarse esta frase a la vida de Kate del Castillo, quien a dos años del escándalo en el que estuvo vinculada con Joaquín “El Chapo” Guzmán, hoy vuelve a sonreír.
“No sé si dejé de ser yo, bueno en parte sí porque tenía que callarme muchas cosas, pero aprendí. Efectivamente, hoy puedo decir prueba superada, pero fue complicado, fue duro tener que volver a unir todas las piezas que se habían caído”, declaró la actriz en entrevista desde la suite de uno de los hoteles más exclusivos de West Hollywood, en California.
Con un fondo en color negro que resaltaba el título de su más reciente proyecto Ingobernable 2, Del Castillo luce tranquila recibiendo a pocos medios internacionales con los que conversará sobre esta nueva aventura; actitud contraria con la que se enfrentaba a las cámaras apenas meses atrás, cuando su vida personal era de dominio público.
“Trataba de esquivarlos, y aquí no es que me sienta más protegida, pero ya puedo hablar de todo. Este es un proyecto que fue mi salvación porque era lo único que me quedaba cuando el remolino de la controversia me tomó por sorpresa. Aquella primera temporada no supe ni cómo la grabé, me sentía desconcertada, preocupada, temerosa”, aseveró.
En este proyecto, Kate vuelve a dar vida a Emilia Urquiza, la primera dama de México que debe de escapar tras una serie de acusaciones que ponen en peligro su integridad.
“Hasta hoy pude darme cuenta de todo lo que me identifico con este personaje, al final somos dos mujeres que se sintieron perseguidas, más bien que fueron perseguidas”.
