CIUDAD DE MÉXICO.
Para Hugh Jackman, el talento no sólo le tocó en la parte actoral, sino que abarca la voz y la danza… pero lo más electrizante que puede tener es su carisma y la conexión que hace con el público cuando todo ese talento se agrupa en un escenario.
Y eso fue lo que sucedió cuando el cierre de la gira mundial de The Man, The Music, The Show, se presentó ayer en la Arena Ciudad de México frente a más de 14 mil personas que enloquecieron con un espectáculo musical de primer nivel en el que bailarines, un gigantesco coro, muchas anécdotas y recuerdos de su vida se hicieron presentes para dar vida a la primera de dos presentaciones.
Con un video que se proyectó en las pantallas laterales del escenario donde pequeños fragmentos de las películas en las que el australiano ha trabajado fue como Jackman dio la bienvenida a sus seguidores mexicanos, quienes fueron advertidos desde su llegada que estaba prohibido tomar fotografías o video con el celular.
Ataviado con un smoking de pantalón negro, saco plateado y corbata de moño negra, Jackman apareció en la parte superior del escenario acompañado de diez bailarines —cinco mujeres y cinco hombres— dando voz a The Greatest Show. “Vamos México”, dijo el actor y cantante que animaba al público a seguir el ritmo con sus palmas.
Una reverencia en medio de la ovación de miles de personas dio paso a Come alive, con la que dio sólo una primera prueba de su talento como bailarín convirtiéndose en parte de la coreografía que hizo que el público, sentado en sus asientos, siguiera con las palmas, mientras el actor llegaba al centro de la pista a través de la pasarela instalada donde recibió un sombrero de charro de manos de uno de sus fans.
“¿Cómo estamos, México? Me encanta tu país”, dijo en español. “¿Están listos para la fiesta, quieren fiesta? Ésta es nuestra última ciudad de la gira, terminamos en México, aquí. Me encanta venir, lo he hecho seis veces, pero ésta es la primera vez que lo hago en un escenario”, señaló.
Una coreografía digna de Broadway dio vida y voz a Gastón, tema de La bella y La bestia. “Cuando alguien cree en ti, eso es amor. Este show está dedicado en su totalidad a mi esposa y a mis maravillosos hijos. Esta es la canción que usamos como nuestro primer baile”, dijo Jackman después de contar la anécdota de cómo su esposa —quien estaba entre el público— lo apoyó cuando hizo por primera vez el papel de Wolverine, antes de comenzar a cantar All the Way, el clásico de Frank Sinatra, hasta llegar a su lugar y cantarle el final.
Jackman decidió comenzar a tocar el piano para dar voz a You Will Be Found, en la que estuvo acompañado por el Coro Gay de la Ciudad de México, convirtiendo el recinto de Azcapotzalco en un templo de los musicales.
Una mezcla de New York, New York, On Broadway y Empire State of Mind fue el homenaje que Jackman dedicó a la Gran Manzana y a su tradición en las artes escénicas.
Para dar voz a This is Me, Jackman decidió ceder el escenario nada más y nada menos que a Keala Settle, la intérprete de la canción en la cinta The Greatest Showman, arrancando la sorpresa y una ovación ensordecedora de los asistentes quienes acompañaron a la cantante con su voz y la luz de sus celulares iluminando el recinto. “Muchas gracias”, dijo emocionada Settle en español.
Un cambio de vestuario y de escenografía llevó al público directo al mundo de Les Misérables cuando en lo que simularon ser los vitrales de alguna catedral de Paris, Jackman dio vida a Valjean’s Soliloquy, On My Own y One Day More.
Luego de un intermedio de 20 minutos y un video del discurso de aceptación del premio Tony por parte de Peter Allen, Jackman regresó al escenario con una chaqueta que emulaba una bola disco y haciendo un homenaje a la década en la que ese género reinaba el mundo, dio vida a Not the Boy Next Door para después subir al escenario a León, un asistente del público con quien se puso a bailar un fragmento de YMCA, de Village People.
Con el recinto iluminado por las luces de los celulares a petición de Jackman, el actor dio vida a los clásicos de Peter Allen como Arthur’s Theme (Best That You Can Do), Don’t Cry, I Honestly Love You, Quiet Please, There’s a Lady on Stage, I Got to Rio y Tenterfield Saddler.
El público que tuvo la oportunidad de ser testigo de The Man. The Music. The Show quedó maravillado por la producción de cada uno de los actos que dieron un guiño no sólo a la trayectoria actoral de Jackman, sino de su vida personal y de sus pasiones… como la música, el baile y la actuación.
Vía Excelsior