CANCÚN,Quintana Roo.-Acostumbrado a despojar a los propietarios de terrenos valiosos mediante juicios laborales apócrifos, el ex gobernador Roberto Borge Ángulo recibió duro revés poco después de haber terminado su gestión, cuando un juez federal decretó el amparo definitivo a la familia Martín Martínez de Isla Mujeres por la posesión de un predio de 169 hectáreas costeras, ubicado camino a Isla Blanca en la zona continental de la ínsula, y cuyo valor comercial asciende a 300 millones de dólares.
A través de su prestanombres Samuel Aguilar, quien también fue el que encabezó las demandas laborales en Tulum y que derivaron en la adjudicación a la fuerza de varios hoteles y predios costeros, y en complicidad con Agapito Magaña Sánchez, ex alcalde de Isla Mujeres, realizaron el cierre de una poligonal de los fraccionamientos Fátima y Francisco Javier, propiedad de la familia antes mencionada, a fin de adjudicárselos.
Pese a que los Martín Martínez son los únicos que tienen posesión y documentación registrada ante la Reforma Agraria del predio, aunado a que tienen un amparo para que nadie saque un título a través de este organismo y se duplique la documentación, realizaron una escritura pública basada en un juicio laboral a través de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje para quedarse con el terreno como reparación del daño ocasionado.
TRANSA DESCUBIERTA
Sin embargo, al darse cuenta de esta situación Florentino Xool, quien es también parte de los propietarios, acudió con un abogado laboral y a través de un juicio impidió que Samuel Aguilar, Agapito Magaña y Roberto Borge se apropiaran de ese predio que ya había sido subdividido en tres lotes hoteleros.
“Supuestamente ya estaban en negociaciones para vender estos predios, ya que el costo de las 169 hectáreas es de 300 millones de dólares, y a ellos el terreno no les costó nada, ya que Samuel Aguilar alegó una demanda laboral en contra de uno de los herederos del sitio, que según lo contrató pero que no le pagó, situación que es falso”, dijo uno de los testigos de este caso.
Incluso indicó que el empresario Martín Santandreu, dueño de un hotel en la zona continental de Isla Mujeres, tenía interés en esas tierras y que puso en la mesa 200 millones de dólares para adquirir las 169 hectáreas, pero que al ver las dificultades que había se hizo a un lado.
Fueron casi tres años de incertidumbre de la familia Martín Martínez, ya que estuvo a punto de perder su propiedad, porque ningún juez en el estado brindaba un amparo ante el poder que ejercía Borge Angulo en los círculos políticos, por lo que su abogado recurrió a la Federación.
CASO CERRADO
Con la documentación original en mano, en donde se comprobaba la posesión del predio y que el juicio laboral era apócrifo, el abogado de la familia acudió a los tribunales en la Ciudad de México en donde logró revertir la decisión que le había dado en propiedad esa tierra a Samuel Aguilar y a Borge Angulo, así como a Magaña Sánchez.
Varios posesionarios que se encuentran sobre los 12 kilómetros de tierra costera que les vendió la familia Martín Martínez no tienen aún la posesión legal del terreno, ya que se está a la espera de que se pague el título y puedan escriturar.
Las 169 hectáreas abarcan desde Riviera de Cancún hasta el predio Soto Lindo, que es el camino a Isla Blanca, e incluso la gran parte de este predio colinda con la Laguna Chacmuchuch.
Este es el primer caso que se da a conocer en donde se le gana la demanda de juicio laboral a Samuel Aguilar, presunto prestanombres de Borge Angulo, y se recupera de manera definitiva el predio. (Renán Moguel/QUINTANA ROO HOY)
