Bob Ross se consagró como pintor de “árboles felices” y su afro fue su sello característico, sin embargo, su cabellera oculta un secreto.
Antes de saltar a la fama con el programa El placer de pintar, Bob Ross era un egresado de la Fuerza Aérea con poco dinero, razón por la cual decidió ahorrar con los cortes de cabello y optó por hacerse un permanente: un afro.
Antes de que pudiera cambiarlo, su cabellera se volvió su sello, pese a que él odiaba ese look, de hecho, el pintor tenía el cabello lacio.
De acuerdo con su socia, Annete Kowalski, Bob era bastante meticuloso con su trabajo: empleaba tres cuadros en cada programa sobre la misma escena: uno como referencia, otro el que se veía en televisión y el último, más detallado que se usaba en sus libros de instrucción.
Su voz tranquila conquistó al público, aunque todo su discurso lo hubiese practicado la noche antes del programa.
Información: Canal 44