Gabriel Soto comunicó su sentir tras firmar el lunes pasado su divorcio con Geraldine Bazán, expresando que a pesar de que durante los últimos dos años ha recibido constantes críticas sobre su vida privada, prefirió tener un final cordial a una vida sin felicidad.
“Asumiendo mis responsabilidades, preferí tener un final cordial a una vida diaria sin felicidad ni armonía, para mí y para mis hijas, quienes desde que llegaron al mundo han tenido en mí a un padre presente, amoroso y a un amigo incondicional que jamás las abandonará”, publicó el histrión en su cuenta de Instagram, dejando en claro que él ha cumplido en todo lo que requieren sus hijas.
“Respeto y admiro a todas las mujeres empoderadas frente a una situación adversa, pero llamo a la reflexión de aquellas que con casa, chofer, nanas, colegiaturas, seguros médicos, vacaciones, tarjeta de crédito y todo pagado, siguen atacando y promoviendo el odio en lugar de acabar con una guerra sin sentido ya”, se lee en la publicación, en un aparente mensaje hacia su ex esposa, a quien le desea que encuentre su propia felicidad.
“Que todos quienes me leen encuentren la paz y la felicidad para su alma, así como yo encontré la mía”, concluyó.