Redacción / Grupo Cantón
Carlos Villagrán habló sobre la docuserie “Chespirito: Sin querer queriendo”. Desea éxito, pero advierte: “Se van a decir muchas mentiras”.
Espectáculos.- Carlos Villagrán, el inolvidable ‘Quico’ de El Chavo del 8, rompió el silencio respecto a la nueva docuserie de Max, Chespirito: Sin querer queriendo, que retrata la vida y carrera de Roberto Gómez Bolaños. Durante un encuentro con reporteros este 10 de junio, el actor mexicano expresó sus buenos deseos hacia el proyecto, pero también lanzó una advertencia: “Deseo de todo corazón que les vaya muy bien… pero se van a decir muchas mentiras”.
Villagrán, quien fue una pieza clave del universo de Chespirito, aclaró que aún no ha visto el primer capítulo de la producción, por lo que evitó emitir juicios definitivos. No obstante, manifestó su confianza en el criterio del público. “Mi trabajo ahí está, lo hice como Quico”, afirmó, subrayando su respeto por Gómez Bolaños, fallecido en 2014. “Si ellos dicen alguna mentira, la culpa la tienen ellos, no yo”.
El actor descartó cualquier posibilidad de emprender acciones legales si llegara a sentirse afectado por la representación que se haga de él en la serie. “No me gusta a mí eso. Prefiero ser feliz que andar en la oficina”, dijo entre risas. Además, reveló que no fue invitado a participar en el proyecto, aunque no habría descartado hacerlo si se le hubiera propuesto.
También habló sobre la relación con sus antiguos compañeros del elenco: “No hay mucha relación, ya no me junto con esa chusma… No, perdón. No hay relación ni para bien ni para mal”, bromeó, mencionando que las distancias geográficas han influido, pues actualmente vive en Houston.
Sobre Juan Lecanda, el actor que lo interpreta en la docuserie, Villagrán fue directo pero respetuoso: “No tengo consejos para él. Hay que respetarlo y que él haga la parte que tiene que hacer”.
El vínculo entre Villagrán y Gómez Bolaños estuvo marcado por diferencias creativas y una disputa legal por el uso del personaje de ‘Quico’, lo que culminó en una separación profesional definitiva. Ahora, con 81 años, Villagrán observa desde la distancia cómo se cuenta una historia de la que fue protagonista, pero también testigo crítico.
