Redacción / Grupo Cantón
Una familia colombiana nombró a su bebé “Chat Yipiti”, causando sorpresa y debate por ser el primer nombre inspirado en una IA como ChatGPT.
Viral.- En un caso que ha causado asombro y debate en redes sociales, una familia colombiana decidió registrar a su hija recién nacida con el peculiar nombre de Chat Yipiti Bastidas Guerra, en aparente homenaje a la herramienta de inteligencia artificial ChatGPT.
De acuerdo con medios locales, el registro se llevó a cabo el pasado 15 de agosto en la Registraduría Nacional del Estado Civil, a las 9:15 p.m. El hecho rápidamente se volvió viral por tratarse de la primera vez que una menor recibe un nombre inspirado directamente en una tecnología de IA.
Aunque en Colombia los padres tienen libertad para elegir el nombre de sus hijos, la Registraduría puede intervenir si este atenta contra la dignidad del menor. En este caso, aún no se ha emitido una posición oficial por parte de la entidad.
El suceso ha generado reacciones divididas entre usuarios de redes sociales: mientras unos lo ven como una expresión moderna de creatividad y admiración por la tecnología, otros cuestionan el impacto que este tipo de nombres pueda tener en la vida de la niña.
¿Qué es ChatGPT?
ChatGPT es una herramienta de inteligencia artificial desarrollada por OpenAI. Se trata de un programa capaz de generar texto, mantener conversaciones, traducir idiomas y responder preguntas. Es ampliamente utilizado por estudiantes, profesionales y curiosos alrededor del mundo.
Otros nombres inusuales
Este no es el primer caso de nombres poco convencionales. En Sinaloa, México, más de 30 niños fueron registrados como Odaesedon (no deseado al revés), y en Paraguay existen registros de personas llamadas “Killbroy Killer”, “Amorcito” o “Por Fin Bienvenido Carajo”.
En la Ciudad de México, el registro civil permite a los padres elegir el nombre libremente, pero exhorta a evitar opciones peyorativas o infamantes. Además, las personas mayores de 12 años pueden cambiar su nombre o sexo legalmente si así lo desean.
La elección del nombre sigue siendo una decisión trascendental que marcará la identidad de una persona, al menos hasta que pueda decidir por sí misma si quiere conservarlo o cambiarlo.