Mocorito, Sinaloa.
La molienda es un negocio que ha pasado de generación en generación y en la actualidad ya son cuatro. Rodolfo Gallardo López, propietario de una de las moliendas más reconocidas de la sindicatura de El Valle, en el municipio de Mocorito, informó que su papá la inició desde hace aproximadamente 20 años.
Detalló que el proceso para hacer algunos dulces típicos de este lugar es muy sencillo y solo es cuestión de moler la caña. Señaló que solamente se debe sacar el aguamiel a la caña, posteriormente se comienza a deshidratar el aguamiel, le sacan el agua y se obtiene como resultado la miel.
“Mucha gente nos pregunta si usamos algún tipo de químico o algo adicional, pero solamente es sacarle el agua al aguamiel y quedarnos con todos los productos que manejamos”, citó.
Gallardo López dio a conocer algunos de los productos que se elaboran y distribuyen en este lugar, entre los que resaltó el piloncillo natural y con cacahuate, palanquetas, miel de caña, entre otros.
“La mayoría de los productos que vendemos son auténticos de nosotros, más que nada mi papá los inventó, cuando él inició este negocio inventó la mayoría de los productos”, dijo Gallardo López.
Agregó que lo más conocido son los piloncillos, la miel y las conservas, pero todos los demás fueron inventados por ellos mismos.
Primeramente, para lograr buenos resultados, deben cuidar el proceso de la caña, que es el producto principal.
Informó que ésta debe contar con alrededor de seis meses para que llegue a su punto de maduración y que comience a generar su nivel auténtico de sacarosa, y a partir de ahí se corta para posteriormente ser molida en el molino, el cual cuenta con tres rodillos. Cabe mencionar que este artefacto cuenta con una antigüedad de 200 años.
Señaló que después de esto el líquido pasa a una pila de sedimentación, en donde todo lo pesado del aguamiel se asienta.
Señaló que el siguiente paso es pasar el jugo de la caña a unos cazos, donde es hervido. Destacó además que tienen un horno lateral que está ubicado hacia el norte, porque los vientos de ese lado ayudan para que éste trabaje. “Si nosotros lo movemos no nos funciona, ya que no calentaría e íbamos a batallar mucho para trabajar”, citó.
Destacó que la leña se deposita en la entrada del horno y los vientos del norte empujan el aire hacia adentro y hacen que lo caliente lo recorra todo.
Aclaró que lo han mantenido lo más tradicional que se ha podido, y es por ello que no han cambiado la leña por otro producto.
El propietario detalló que son cuatro cazos y cuando el producto llega al último cazo ya está convertido en jarabe. “Nosotros ahí ya decidimos qué vamos a hacer, solo metemos el dedo a la miel. Con la dureza de la miel elegimos qué producto vamos a hacer”, dijo Rodolfo Gallardo López.
Ya casi para finalizar el proceso deben pasar al área de colado, en donde hay unas mesas, las que antes eran más grandes y de madera. En la actualidad estas mesas disminuyeron en tamaño y peso. “Ahora usamos unos tablones más pequeños, que es lo mismo pero mucho más práctico y liviano”, citó.
Se requiere sembrar alrededor de una hectárea de caña para poder salir toda la temporada.
Indicó que la tarea diaria es cortar lo equivalente a cuatro cazos. Agregó que alrededor de cuatro personas cortan un día antes y piden lo que son cuatro cazos.
Informó que este producto se hace gracias al jarabe de miel y lleva cacahuate, pasas y alrededor de cinco ingredientes más, que son la receta secreta del negocio. Pese a que es uno de los más vendidos, dijo que no iniciaron con este producto, pero que gracias a su buen sabor ha sido muy aceptado.
Por otro lado, señaló que el noroto se forma cuando el aguamiel es introducido en los cazos y se crea una espuma, la cual recolectan y la depositan en un recipiente. “Ya a lo último, cuando terminamos de hacer todo, lo ponemos a cocer y es de donde sale el noroto”, citó.
Alrededor de ocho personas son las que trabajan en esta molienda y la mayoría es familia. Rodolfo Gallardo López señaló que distribuyen este producto dentro del estado de Sinaloa.
“Entregamos en Culiacán, en Los Mochis, en Pericos, Guamúchil y a principios de este año lo llevamos a Tijuana a promocionar. La gente no lo conocía, pero al probarlo le empezó a gustar, entonces estamos pensando en regresar”, dijo Gallardo López.
Por último señaló que este dulce es regional y es por eso que las personas lo buscan y lo prefieren por encima de muchos otros. “Estos productos son muy ricos”, señaló.
vía debate.
