Jocelyn Díaz / Grupo Cantón
Las funciones se realizarán el 5 de septiembre en el Centro Cultural Toltecayotl y el 6 de septiembre en el Centro Cultural Xbalamqué.
Cancún.- La ciudad recibirá nuevamente la fuerza y el misticismo de la Danza Butoh, disciplina de origen japonés surgida tras la posguerra, reconocida por su expresividad intensa, su exploración del inconsciente y su capacidad de transformar el cuerpo en vehículo de memoria y revelación. Con un lenguaje cargado de simbolismo, el Butoh se ha consolidado como una de las formas escénicas más profundas y poéticas de la danza contemporánea.
En Cancún, este movimiento cobra vida a través de Carlos Cruz, uno de sus mayores exponentes en la región, quien este fin de semana presentará dos espectáculos que prometen conmover y desafiar la sensibilidad del público.
El viernes 5 de septiembre, a las 20:30 horas en el Centro Cultural Toltecayotl, se llevará a cabo la función de Presagios, una puesta en escena que aborda al cuerpo como memoria y herida, al gesto como anuncio y a la danza como revelación. Se trata de una experiencia intensa y espiritual, donde lo invisible y lo ancestral encuentran resonancia en cada movimiento.
La segunda cita será el sábado 6 de septiembre, a las 20:00 horas en el Centro Cultural Xbalamqué, con Achila, el exilio de los dioses niños. Esta obra propone un viaje poético en el que el cuerpo se convierte en códice vivo, narrando el destierro de los antiguos ancestros de la humanidad en un mundo que ha perdido su visión sagrada. No obstante, la esperanza permanece: mientras existan troncos viejos y cántaros de lluvia, habrá hojas nuevas que alimenten la memoria.
Con funciones únicas en cada espacio, ambas presentaciones representan una oportunidad excepcional para acercarse a la Danza Butoh, un arte que invita a mirar más allá de lo visible y a conectar con lo más profundo del ser humano.