En las navidades de 1965, el artista catalán Salvador Dalí grabó junto con el cineasta Jack Bond una especie de película documental que llevaba el título de “Dalí en Nueva York”.
Y en esta película, que consistía en seguir a Dalí durante dos semanas, se puede contemplar un performance que describe perfectamente lo que está ocurriendo hoy en día, 50 años después que se filmó.
En ella, Dalí emerge de una especie de tumba con su cara llena de dólares y un huevo en su cara que al romperse aparece lleno de sus famosas hormigas. Una vez se pone de pie señala con su brazo a un retrato de Albert Einstein, el creador de la teoría de la relatividad.
Para entender a un artista nada mejor que mirar a su obra y eso es lo que uno tiene que hacer si pretende comprender todo el revuelo que se ha armado con la exhumación del cadáver de Salvador Dalí con motivo de una reclamación de paternidad.
Nunca un performance pudo ser tan premonitorio. Un huevo que alude al nacimiento, los dólares que están juego, Dalí saliendo de un sarcófago.
La demandante es una vidente y, al exhumarse el cadáver, el bigote del artista se encontraba en “la clásica postura de las diez y diez” . Algo que devuelve al origen de toda esta historia: la supuesta erección y consumación sexual de Dalí con la madre de la demandante. (Agencias/Quintana Roo Hoy)