Jocelyn Díaz / Grupo Cantón
La orquesta ofreció un concierto lleno de sensibilidad, técnica y pasión que conmovió al público cancunense.
Cancún.- Este fin de semana el Teatro de la Ciudad se convirtió en el escenario de una experiencia musical profundamente conmovedora. El Gran Concierto de la Orquesta Clásica de Cancún nos regaló un recorrido sonoro lleno de matices, pasión e intensidad, donde cada nota vibró con intención y maestría.
Bajo la dirección artística del maestro Francisco Hernández Bolaños, la velada reunió algunas de las joyas más sublimes del repertorio clásico: la lírica emoción de Puccini, la espiritualidad sonora de Joaquín Turina, la energía luminosa de Mendelssohn y la elegancia estructural de Haydn. Cada obra fue interpretada con una sensibilidad que tocó el alma del público.
Uno de los momentos más aclamados de la noche fue la participación del concertino Dante Augusto Montes Briones como solista invitado, quien brilló con una interpretación magistral. Su dominio del violín y conexión con la orquesta resonaron con fuerza en cada rincón del recinto, arrancando ovaciones sinceras.
Previo al concierto Dante Montes y Francisco Hernández, compartieron con el público una enriquecedora Charla con cafecito en la que dieron datos precisos del concierto que el público estaba a punto de experimentar, lo que volvió más especial este concierto, que además de mostrar el talento que tenemos, regaló una noche inolvidable a los presentes.