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diciembre 05, 2025

Cultura

Ecos de México, una verdadera joya musical

Jocelyn Díaz / Grupo Cantón 

Música, voz y danza se unieron en Ecos de México, un homenaje vibrante a la identidad nacional dirigido por el maestro Ricardo Corona.

Cultura.- Una ola de aplausos de pie fue la mejor muestra de agradecimiento del público tras una velada inolvidable. Este fin de semana, el maestro Ricardo Corona presentó Ecos de México, un espectáculo que reunió a más de 30 artistas en escena, todos ellos entrelazados por arreglos que celebraron la riqueza del repertorio musical de nuestro país en el marco del mes patrio.

El telón se abrió con las voces de la Compañía Municipal de Coro, que bajo arreglos del propio maestro Corona dieron vida a la habanera A la orilla del palmar, de Manuel M. Ponce. El acompañamiento de la Camerata Filarmónica de Cancún elevó la atmósfera y desde los primeros compases atrapó a los más de 400 asistentes en una nostalgia profunda que anunciaba la grandeza de la noche.

El tenor Francisco Terán, uno de los invitados especiales, arrancó emotivos aplausos con una interpretación sorprendente de Júrame, de María Grever, rescatando su forma original como tango. A partir de ahí, la velada se convirtió en un viaje por los sonidos que nos definen como nación: desde El agua del pozo de Chucho Palacios en la voz de Cinthia Velázquez, hasta la magistral interpretación de El Crucifijo de piedra por Fernanda Martínez, integrante del coro municipal.

La emoción crecía con cada intervención: Cocula resonó con la voz de Terán, mientras que la delicadeza de Zule Guerra al cantar Bésame Mucho junto a Terán desató la euforia. La fiesta musical alcanzó otro nivel cuando los bailarines de la Compañía Municipal de Ballet Folclórico llenaron de color el escenario con Qué bonita es mi tierra, bordando el momento con estampas visuales que complementaron la música.

La velada continuó con joyas como La media vuelta, Un mundo raro y Madrigal, piezas que hicieron vibrar cada rincón del Teatro de la Ciudad. Por dos horas, el público fue testigo de que en Cancún se gestan espectáculos de nivel internacional, fruto del talento local y de la voluntad de crear experiencias artísticas memorables.

Aunque todo parecía concluir, la entrega del público reclamó un último regalo. Y así fue: el icónico Son de la Negra selló la noche como un abrazo sonoro que quedará guardado en la memoria colectiva.

La magia de la Camerata fue posible gracias a músicos de excelencia como Dante Montes, Vanessa López, Julio García, Víctor Corona, Ixchel Vasco, Daniel Tun, Carlos Quijano, Erick Perera y Víctor Hugo Santa María en la sección de cuerdas; Liem Chaviano, Aylet Roque, Dubiel Álvarez y Rafael Gesto en los alientos; e Isabel Mesa, Erick Zárate y Rubén Oyarvides en la sección rítmica, todos bajo la dirección inspiradora del maestro Ricardo Corona.

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Al final, Ecos de México no fue solo un concierto, sino un homenaje vivo al alma musical de nuestro país, un recordatorio de que nuestra identidad se canta, se toca y se comparte con orgullo.

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