CIUDAD DE MÉXICO.- Contaba la leyenda que Stanley Kubrick había realizado una adaptación para la pantalla grande de Burning Secret, una novela de 1913 escrita por el vienés Stefan Zweig, que cuenta la historia de un niño de 10 años que es asediado en un hotel por un hombre que quiere conquistar a su madre. Kubrick escribió el guion en 1956 en colaboración con Calder Willingham, con quien desarrolló al siguiente año el libreto de La patrulla infernal (Paths of Glory), su primera película de corte bélico.
Se pensaba que el guion de Burning Secret se había perdido para siempre, pero de acuerdo a The Guardian, recientemente apareció en manos del hijo de uno de los colaboradores de Kubrick.
Fue descubierto por el experto en Kubrick, Nathan Abrams, quien es profesor de cine en la Bangor University del Reino Unido, mientras buscaba material para su nuevo libro sobre Ojos bien cerrados, la última cinta del icónico director protagonizada por Tom Cruise y Nicole Kidman. Abrams describe al guion como la contraparte de Lolita, la controversial película de Kubrick de 1962 sobre una adolescente que seduce a un hombre adulto:
En ‘Burning Secret’ el protagonista se gana la amistad del niño para llegar a la madre, mientras que en ‘Lolita’ se acerca a la madre para tener acceso a la hija.
El guion fue hecho bajo el sello de MGM y no se sabe a ciencia cierta por qué el proyecto nunca llegó a la pantalla. Kubrick era aún un director nóvel y una teoría apunta a que MGM abandonó el proyecto cuando se enteró que el director estaba trabajando al mismo tiempo en el libreto de La patrulla infernal, que pertenecía a Bryna Productions y United Artists.
Otra especulación es que MGM no le vió potencial al proyecto. Pero Abrams afirma que lo más seguro es que el tema de utilizar a un niño como medio para llegar a la seducción y el adulterio, se haya considerado demasiado riesgoso en una época en la que la moral y las buenas costumbres marcaban el ritmo en Hollywood.
Abrams también comentó a The Guardian que el guion consta de más de 100 páginas escritas a máquina: “Es un guion terminado, por lo que cualquier cineasta podría completar el trabajo.” De ser así, no sería la primera vez que una obra de Kubrick se llevara de manerá póstuma a la pantalla; Steven Spielberg lo hizo en 2001 con Inteligencia artificial, un proyecto en el que Kubrick ya estaba trabajando antes de su muerte.