CIUDAD DE MÉXICO. –El discurso, la narrativa de la 4T es así: convertir lo público en privado, es privatizar; privatizar es igual a neoliberalismo, y neoliberalismo igual a corrupción.
Esa es la claridad con la que se refiere siempre el presidente Andrés Manuel López Obrador a ese periodo de 1982 a 2018, seis sexenios en que, considera, desde el gobierno se entregaron los bienes públicos de la nación a manos privadas, en beneficio sólo de unos cuantos, y perjuicio de las mayorías.
Hoy ya se acabó, dice enfático. Y de paso lanza un llamado a todos los funcionarios, alcaldes, gobernadores, legisladores surgidos de su movimiento. “Ni una privatización más”, dice enfático en su conferencia de prensa matutina.
Y añade: “¿Qué se ganó con la privatización de los ferrocarriles, con la de las minas, qué se ha ganado con la privatización parcial, por fortuna, del petróleo, de la industria eléctrica?… Nunca en la historia de México se había robado tanto, ni siquiera en el periodo colonial”.
El tema surge porque se le pregunta sobre el proyecto del alcalde de Villahermosa, Tabasco, Evaristo Hernández, de Morena, quien pretende privatizar el edificio sede de las oficinas municipales, en la Plaza de la Revolución, para que ahí se construya un desarrollo inmobiliario de oficinas, viviendas y centro comercial.
El municipio construirá su nueva sede a 14.5 kilómetros del centro, ya casi llegando al aeropuerto, donde la gente difícilmente podría llegar, porque no hay rutas de transporte ordinario.
El inmueble se edificará en unos terrenos de 68 hectáreas que, de forma sospechosa, donaría la constructora Altozano, cuyos propietarios están ligados a Roberto Madrazo. En la zona, hay un desarrollo inmobiliario de lujo, hasta con campos de golf. Lo que pretenden es que el municipio urbanice y lleve todos los servicios a esa región y edificar más viviendas. Negocio redondo.
Sentencia el Presidente: “Ya no hay que permitir eso; es una opinión: terminar con las privatizaciones. Y yo creo que la gente está consciente de que no se pueden privatizar edificios públicos, no se puede privatizar el agua, no se debe privatizar el petróleo, no se deben privatizar los recursos naturales”.
Y con mucha claridad considera que, si se está presentando esta situación en Tabasco, en Villahermosa, el pueblo no lo va a permitir.
“Yo creo que la misma gente, porque hay, como hemos dicho varias veces, mucha consciencia ciudadana y ahora sí cuenta la fuerza de la opinión pública, entonces, estoy seguro que la gente no aprobaría el que se vendan edificios públicos. Eso no se debe de permitir, no ha resultado benéfico el seguir con esa política, en nada”.
Por Alejandro Lelo de Larrea/Grupo Cantón
