Se abren las puertas de la sala de llegadas de la terminal aérea de Villahermosa y comienzan los gritos, los flashes, las cámaras, los celulares, los besos y abrazos, no se trata de una estrella de televisión o artista de moda, es Andrés Manuel López Obrador, el Presidente electo por más de 30 millones de mexicanos, que por segunda ocasión visita su tierra.
Ahora va directo a “La Chingada”, su rancho ubicado en el municipio de Palenque, porque el fin de semana estará en la selva Lacandona, donde no quiere reflectores, quiere estar solo con los habitantes de esa zona; antes de subirse a la camioneta que lo llevará con su hijo Andrés hasta el vecino estado le deja un mensaje a los tabasqueños.
“Nada más decirle a mis paisanos que voy a cumplir todos mis compromisos y que no les voy a fallar”, aseguró mientras destacaba que busca evitar una crisis económica y financiera.
Todos quieren fotos, selfies y abrazos. Se acerca una mujer con un niño en sus brazos, y en medio del tumulto de reporteros se abre paso hasta llegar con el Presidente electo y pedirle que se tomen una fotografía del recuerdo, otra más le dice: “esperamos tantos años” y le da un beso.
Así poco a poco va saliendo de la terminal área, no sin antes tomarse las del recuerdo con el personal de las diferentes empresas del aeropuerto. De nueva cuenta sale un sujeto invitándolo a la Feria de Tepetitán y que Cuco Rovirosa le manda saludos, “es el mismo de siempre”, dicen los reporteros.
Todos quieren tocarlo, saludarlo, y hasta entregarle su currículum para ver si en una de esas les da trabajo en el nuevo gabinete, con eso de que ya hay de manera oficial dos paisanos en la próxima administración. Por cierto a quien saludó López Obrador en el vuelo de la CDMX a Tabasco, fue a la ex candidata del PRI a la Gubernatura, Georgina Trujillo, fue dijo la priísta un saludo cordial.
Leobardo Pérez Marín
GRUPO CANTÓN