Ciudad de México
El reloj marca las 08:30 horas. Apenas minutos antes se acaba de abrir la casilla de votación para la Consulta Nacional del Nuevo Aeropuerto, en el centro de Tlalpan. Y llega el votante más distinguido del país: el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
No hubo operativo especial de seguridad. No hay policías. No hay vallas para que pase. Pocas personas se percatan de su presencia. Llega como cualquier ciudadano a hacer fila para votar.
Está enfadado, acusa que hay quienes quieren desvirtuar su consulta. “Parece que son más papistas que el papa algunos medios y algunos conductores. Esto que acabo de escuchar ahora de (Carlos) Loret de Mola, como si tuviese acciones en alguna empresa o le hayan dado instrucciones”.
Sigue: “Según yo entiendo, Televisa no tiene acciones en el aeropuerto. A no ser que algún miembro de Televisa sí tenga acciones en alguna empresa constructora. Pero es realmente lamentable que haya estas campañas de miedo”.
Después, explica lo que escuchó por radio minutos antes y se le atribuye a la consulta. “Le está preguntando Loret de Mola a una reportera: ‘Oye ¿ya se cayó el peso, verdad? Ya hay devaluación. Ha habido una devaluación de más de un peso. Ya empezó’. Esto no tiene ningún fundamento económico, técnico, financiero. Es muy irresponsable. Lamento que eso se dé”, dice el tabasqueño.
“El problema de fondo es que hay medios de comunicación que también se dedican al contratismo, ese es el problema”, concluye este tema.
Más tarde, en un comunicado oficial del Gobierno de transición, reiteran la postura hacia el periodista.
El mandatario electo ataja todas las preguntas críticas que se le hacen y añade con firmeza, que la consulta es sólida, con certeza, pero “vulnerable para la ratería y la corrupción”… “Los mapaches son los que tienen que ver con la mafia del poder, con el PRIAN, eso es del pasado”.
Cuando tenga el resultado de la consulta, se va a reunir con los principales contratistas de la obra del Nuevo Aeropuerto. Menciona algunos: los accionistas de ICA, Carlos Slim, Olegario Vázquez, Gerónimo Gerard. —¿El cuñado de Carlos Salinas? —le preguntan. —Eso no lo quiero decir — responde.
Y concluye: “Incluso, dos o tres de ellos, me han mandado a decir que no hay ningún problema, que van a ser respetuosos de lo que decidan los ciudadanos”.
Y remata: “Pueden estar tranquilos los financieros, los corruptos no; esos están muy nerviosos”. A la hora de emitir su voto, pide a las cámaras que se alejen, porque “es secreto”. No lo hacen.
Toma su boleta y finta que escribe en ella. En realidad vota en blanco ante el asedio de las cámaras. Después exclama: “Voté por la democracia”.