MÉXICO.-
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, admitió este martes que sí ha polarizado a México.
“Yo he polarizado a la nación, lo reconozco, porque estoy en contra de los corruptos y de la simulación y quiero que no haya desigualdad en mi país y que se respeten los derechos humanos”.
López Obrador se refirió a los señalamientos en su contra, por parte del ombudsman Luis Raúl González Pérez, quien condenó que el mandatario se haya negado a recibir el Informe Anual de Labores de Comisión Nacional de Derechos Humano (CNDH), y, en un hecho inédito, ordenara que el documento fuera entregado a la Secretaría de Gobernación (Segob).
El presidente señaló este martes que la Secretaría de Gobernación tiene como función principal la defensa de los derechos humanos y por eso se decidió que Olga Sánchez Cordero, titular de Segob, recibiera el informe.
López Obrador dijo que los comentarios del presidente de la CNDH son válidos y se respetan. Ratificó el compromiso de aceptar todas las recomendaciones que haga la CNDH.
AMLO insistió en que la defensa de los derechos humanos es una premisa fundamental de su gobierno y en los hechos así se está demostrando.
“Pero, son concepciones, en este caso, teóricas, son criterios que se respetan, lo más importante es que si hay pendientes en el cumplimiento de recomendaciones de derechos humanos, por violación a derechos humanos, nos pongamos al corriente, se atiendan. Lo demás son criterios, son puntos de vista que debemos de respetar”.
El presidente insistió en que en una sociedad libre y democrática siempre va a haber oposición, pero agregó que afortunadamente la mayoría de los ciudadanos tiene mucha consciencia de lo que está sucediendo en el país.
Reiteró que se han dado cambios importantes y hay reacomodos, y hay quienes no quieren entender de que es otra realidad, y no se resignan y no se ponen al corriente, no se actualizan y se aferran, pero la realidad es otra.
“Mi recomendación respetuosa es: ‘entiendan que es otra realidad, ya no es el tiempo que se pensaba que el pueblo no contaba o no existía, o que la opinión pública o las decisiones las tomaba una élite, eso ya cambió, ya pueden escribir la columna que sea y la gente tiene una forma de pensar distinta’. Hubo un cambio de mentalidad”.
Insistió en que ya no hay corrupción ni impunidad toleradas y que ya no importa de “qué medio eres, si no tienes la razón, no interesa el influyentismo, no interesa, incluso, la fama, los grados”.
