Cancún, Q. Roo.- Un niño de 11 años y un joven de 18, recibieron impactos de bala ayer por la madrugada, cuando estaban durmiendo dentro de una palapa, en la colonia irregular La Jungla.
Un comando disparó contra la endeble vivienda, con ráfagas de un arma larga, tipo AR-15 y una pistola.
El ataque estaba dirigido contra el joven de 18 años, porque aparentemente utilizaba ese domicilio para la venta de drogas, en una zona de terrenos invadidos, ubicada en la avenida Talleres, en la Región 200.
Sin embargo, los disparos alcanzaron a un menor, quien estaba durmiendo en ese domicilio, sin que se conozca hasta el momento si es familiar del joven involucrado en actividades del narcotráfico.
Los disparos atravesaron las paredes de madera, dejando ocho orificios, y los proyectiles lesionaron a los antes mencionados, mientras que otras dos personas que estaban en el interior, salieron ilesas, alrededor de las 1:39 horas de ayer.
El niño fue trasladado al Hospital General, donde el reporte médico señaló que recibió un disparo en la parte posterior del tórax, en el lado izquierdo, y la bala quedó alojada a la altura del cuello, aparentemente sin lesionar órganos internos. Ante esto, se encuentra en observación.
En tanto, el joven se encuentra internado en la clínica de especialidades del Seguro Social y presenta una herida en el tórax, con lesión de un pulmón. Su estado de salud fue considerado como delicado, pero estable.
Los peritos de la Vicefiscalía General del Estado levantaron en un camino pedregoso, a 50 metros de la avenida Talleres, un total de 9 casquillos, cinco corresponden a una pistola calibre 380, y los otros cuatro, son calibre .223, de un arma larga AR-15. Algunas versiones señalaron que los sicarios llegaron en una camioneta blanca y después de disparar contra la vivienda, se dieron a la fuga. (Por: Antonio Alcocer / QUINTANA ROO HOY)
